Nicole Estrada Cid tiene 25 años y es Educadora Diferencial de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Actualmente trabaja en una Escuela de Lenguaje. Estudió en un liceo Científico-Humanista. Terminó la enseñanza media y posteriormente asistió durante un año a un pre universitario, tomando los ramos de matemática, lenguaje y ciencias. Para Nicole, estudiar Educación Diferencial era muy importante ya que reunía muchos de los aspectos que eran de su interés. Sentía muchas ganas de enseñar y de cumplir un rol formador, basado en lo que vivió con los profesores de su colegio.
Siempre tuvo un interés por el área social, incluso pensó en estudiar trabajo social o algo relacionado con el área de la salud. Sin embargo, al revisar la malla de Ed. Diferencial, logró darse cuenta que era una profesión que reunía todo lo que ella buscaba. "Durante mis años de formación universitaria me formé como educadora con ramos de educación salud, política, entre otros. Es una carrera integral y que al momento de escogerla y hasta ahora, ha cumplido con todo lo que esperaba", agrega Nicole.
Su paso por la universidad fue de mucho aprendizaje y crecimiento. Como le apasionaba tanto lo que estudiaba, era muy responsable y dedicada, por lo tanto obtuvo muy buenos resultados: terminar la carrera en el plazo estipulado y ser alumna ayudante de su jefa de carrera. Gracias a esto, para Nicole su paso por la universidad fue muy enriquecedor.
En cuanto a su experiencia en el ámbito profesional, Nicole cree que "sin duda trabajando y ejerciendo la profesión es donde más aprendes. Si bien tu formación tarda un poco más de 4 años, es en la sala, con los niños donde aprendes y te formas realmente como profesional". Para ella, al ejercer su profesión ha crecido y aprendido con errores, tropiezos. Sin embargo, ha tenido la suerte de contar con excelentes colegas, que llevan más años trabajando que y que han sido un aporte diario a su desempeño profesional.
Para Nicole, lo que más le gusta de su carrera es que puede desenvolverse tal cual es. “Es un trabajo cero empaquetado que se ajusta perfecto a mi personalidad. Un trabajo en el cual puedo jugar, correr, saltar, bailar, cantar, disfrazarme, etc. Aquí no existe la rutina ni la monotonía, cada día es distinto al anterior y al que viene. Y eso permite que jamás me aburra lo que hago", señala.
En base a su experiencia, para ella es totalmente recomendable esta carrera, sin embargo, sólo para algunos: "Se la recomiendo a las personas que vibren con las travesuras de los niños, que les guste experimentar, jugar, convertirse en niños todos los días y que por sobre todas las cosas se apasionen con la maravillosa labor de educar".
Si de anécdotas se trata, para Nicole es muy difícil referirse sólo a una, pues al trabajar con niños, todos los días pasan cosas entretenidas y sorprendentes. "Durante mi primer año de trabajo los niños estaban reposando después de su colación (yo les digo que durante ese momento deben permanecer sentaditos) entonces un niño me llamo estirando su mano como que quería entregarme algo. Me acerqué a él, lo recibí (pensando que era una basura de su colación) y cuando lo veo me había entregado un moquito. Quise llamarle la atención pero no pude, sólo atiné a reír -se ríe-".
¿Qué esperan para optar por Educación Diferencial?