Si ayudar a los desvalidos, enfermos o heridos es una preocupación e interés constante para ti, entonces pon atención a las siguientes señales y ponte a pensar en estudiar Enfermería:
1. Eres un botiquín ambulante, siempre tienes medicamentos para el dolor de cabeza, estómago y parches curitas.
2. No te da asco la sangre, por el contrario te ofreces siempre a curar las heridas de tus hermanos o amigos.
3. Eres un experto(a) en primeros auxilios, te has preparado para reaccionar oportunamente frente a una emergencia.
4. Deseas trabajar en el área de la salud pero no te interesa estudiar medicina, prefieres tener contacto más directo con las personas.
5. Sabes realizar vendajes y poner inyecciones, te has dedicado a aprender las técnicas adecuadas para poder aliviar a tus seres queridos.
6. Te ofreces voluntariamente siempre en operativos de salud, te interesa aportar tu granito de arena en sanar a los demás.
7. Te interesa tener controlada tu salud, te has comprado por ello un toma presión y termómetro digital.
8. Te ofreces a cuidar enfermos los fines de semana, te interesa la mejoría de tus cercanos y decides ayudarlos.
9. Siempre acompañas al médico a todos, nunca dejarás solo a alguien si sabes que no está bien físicamente.
10. Todos tus amigos recurren a ti cuando tienen alguna herida, saben que conoces perfectamente qué deben comprar y cómo curarse.
Si te has puesto como misión en la vida ayudar y aliviar a quien lo necesita, entonces responde al llamado de tu vocación y atrévete a estudiar Enfermería. No olvides que no existe nada más gratificante que dedicarse a lo que uno le gusta…
Imagen CC Facultad de Enfermería