Escuchar a mis viejos hablar acerca de becas, créditos y planificaciones a corto plazo, me tiene más nervioso de lo que ya estoy. Lo peor es que lo hablan como si yo no estuviese ahí, como si no escuchara. Yo creo que lo hacen para no ejercer presión directamente, pero no funciona.
Me tienen poca fe, porque el grueso de la conversación la tienen en privado, el otro día escuché a mi papá decir “en el último ensayo me dijo que no le fue tan bien. Hay que ver la manera en que vamos a pagar la universidad, este cabro tiene que estudiar sí o sí”.
Mentí. Me fue la raja en el ensayo, tuve el puntaje más alto en historia. Lo hice para ver la reacción de ellos. Puta, no cachan nada. Están demasiado preocupados por el ítem plata. Pero están exagerando. Me puse a hurgar en sus papeles, hice cuentas y tendría que irme a Harvard para que nuestra situación fuera mala.
Lo que pasa es que la mayoría de la gente que conocen tiene hijos bien porros. Entonces llevan como ocho años en la carrera, y eso sí que es plata. Sin mencionar a los que se han cambiado en tercer año.
Filo, si soy puntaje nacional me desquitaré de alguna manera. No en mala, pero su desquite piola. Lo primero que haría sería ir a esa wea que hacen en La Moneda con una polera que diga algo como “Mira mami: soy puntaje nacional” o “Papá: quiero un auto pa’ ir a la U”.
Aún no decido. Pero lo que sí voy a pedir si llego a ser puntaje nacional –y pretendo serlo– es un Mac: ese que pesa poco y es a toda raja. Tal vez pa’ la carrera que voy a estudiar no sea cien por ciento útil, pero las gráficas, el sonido… ese computador es una extensión de mí.
Estoy escuchando a mi viejo decir: “Estai weón, esa wea cuesta un palo”. Y mi vieja, que desde que estaba en tercero medio empezó a juntar plata para un regalo, va a decir algo como: “Oye, se lo merece. No le teniai fe, al cabro”. Mi mamá siempre saca a la luz lo que hablan en privado. Siempre.
El fin de semana largo que pasó me quedé solo en la casa. Me propuse estudiar casi todo el día, y el domingo en la tarde fui al mall a mirar los Mac: los ‘probé’ todos y ya tengo el nombre del que quiero. También decidí qué va a decir la polera, yo cacho que voy a salir en Las Últimas Noticias.
Imagen CC vía Pontifica Universidad Católica de Chile