Las preguntas de evaluación buscan que estimemos juicios emitidos en relación a lo expuesto en el texto. Se trata de que quien responde la pregunta analice y pondere las alternativas propuestas, que podrán ser o no un juicio sobre el texto; de ese modo, se debe evaluar las afirmaciones emitidas para localizar la que corresponda a un juicio. Para evaluar, nos valemos de habilidades cognitivas de orden superior, como inferir globalmente, transformar enunciados e interpretar elementos del texto.
Las preguntas de evaluación generalmente se presentan así:
“¿Cuál de los siguientes enunciados corresponde a una opinión con relación al texto?”,
“Con respecto a x información, el emisor muestra una actitud…”.
Veamos un ejercicio de evaluación del texto:
“…Cuando le conté esta anécdota a Gabo en Barcelona varios años más tarde –era marzo de 1974, seis meses después del golpe contra Salvador Allende–, se rió socarronamente y dijo que era una suerte para mí y para él que yo me hubiera convertido, a la fuerza, en un lector común y corriente, ya que era para ellos que él escribía y no para los críticos, que siempre buscaban en forma insensata una quinta pata a todo gato –“y, a veces, sabes”, me dijo ese gran fabulador, “los gatos no tienen más que cuatro patas”–. Al concluir aquel almuerzo inagotable, tuve otra muestra de cómo Gabo, amante de los mitos y los excesos, se enraizaba siempre en lo menudo y cotidiano. “Te voy a llevar –me dijo–, donde Mario –se refería a Vargas Llosa, que era, por ese entonces, su amigo del alma– porque es necesario que converses con él sobre la resistencia a Pinochet.” Cuando respondí que la casa del autor de La Ciudad y Los Perros quedaba lejos, Gabo me subió a su auto, asegurándome que “si no hubiera sido escritor, hubiera querido ser taxista. En vez de estar sentado detrás de un escritorio día y noche, estaría escuchando las historias de los pasajeros y navegando las calles”.
Diez días más tarde averigüé otra característica suya. Estábamos en Roma para el Tribunal Russell y Cortázar me llevó a que me juntara con Gabo y una serie de otros artistas solidarios con Chile en una trattoria de la Piazza Navona. Para un joven escritor de treintiún años aquello era un sueño: Matta, Glauber Rocha, Rafael Alberti y su mujer María Teresa que, al finalizar la noche, aseguró que ella iba a entrar en Madrid antes de que Franco muriera, montada desnuda, juró, en un caballo tan blanco como los pelos de su esposo. Mi fascinación se vio algo amenguada por la certeza de que mi pobre bolsillo exiliado estaba vacío y que no podría solventar mi parte de la considerable cuenta. ¿Cómo supo Gabo que eso me preocupaba? Antes de que llegara la factura, se me acercó, me guiñó el ojo y me confidenció que él ya había pagado todo”.
Fragmento de “Gabo el taxista” de Ariel Dorfman, publicado en Página 12 (19 de abril de 2014)
¿Cuál de los siguientes enunciados corresponde a una opinión con relación al texto?
El texto
A) describe la personalidad y el humor Gabo, a quien el autor conoció.
B) narra el interés de otros artistas por el autor durante su exilio.
C) detalla los encuentros que tuvo el autor con Gabo en Europa.
D) aborda el pensamiento de Gabo sobre quienes se dedican a la crítica literaria.
E) muestra un adecuado y cariñoso recuerdo de un escritor que el autor conoció y admiró.
Una vez leído comprensivamente el texto y las alternativas, nos daremos cuenta de que todas dicen algo verdadero, en algún grado (es decir, de forma global o muy local), que dice el texto, lo que puede provocarnos confusión. Sin embargo, si leemos bien la pregunta, nos daremos cuenta de que debemos hallar el enunciado que emita una opinión sobre el texto, y el único que lo hace es la alternativa E: el juicio se encuentra en la palabra adecuado, pues dicha calificación responde a una valoración y no a algo objetivo sobre el texto. De este modo, descartamos A, B C y D, ya que se plantean como afirmaciones objetiva.
Imagen CC quillom