Si buscas tiempo y espacio antes de escoger tu rumbo profesional, quizá estés pensando en un año sabático. O tal vez has visto que la mejor opción es ingresar a un Bachillerato, que te ayude a definir lo que quieres estudiar.
Pero ¿cuál es la opción correcta? Depende, o mejor dicho, no necesariamente una tiene que ser mejor que la otra. Aquí influyen diversos factores, entre ellos, tus objetivos e intereses.
Por ejemplo, supongamos que tienes dos carreras de distintas áreas en mente y no sabes por cuál optar, pero de igual forma quieres ingresar a la educación superior este 2015. En ese caso, estudiar un Bachillerato es una opción a considerar. La pregunta es ¿estás dispuesto a retrasar el ingreso a una carrera en 1 o 2 años?
Contrario a lo que algunos opinen, este programa académico es una excelente oportunidad para explorar vocaciones, profundizar nuevas disciplinas y evitar la deserción estudiantil. Ahora, si no quieres saber de universidades este 2015 o tu PSU no te alcanza para la opción anterior ni para la carrera que deseas, tal vez un año sabático no sea una mala alternativa.
Pero como dije antes, depende. Esa iniciativa funciona muy bien en quienes tienen sus responsabilidades claras y un grado de madurez acorde a la elección. De lo contrario, puede que se transforme más en una pérdida de tiempo que en un aporte real. Sin embargo, aquí no existen manuales con resultados o conductas que puedan aplicarse de igual forma para todos los estudiantes.
Un año sabático puede ser una oportunidad ideal para trabajar, estudiar idiomas, hacer un preuniversitario, viajar, etcétera. Lo importante es no perder la conexión con nuestros objetivos y darle un sentido a esos 12 meses. La idea es que con el tiempo lo veamos como una etapa positiva que nos sirvió para crecer y adquirir mayor experiencia.
Y tú ¿qué opinas?
Imagen CC CollegeDegrees 360