En el sistema educacional chileno existen 44 institutos profesionales, de los cuales 37 están acreditados por la CNA, los que abarcan casi el 87% de los alumnos matriculados en estas instituciones.
En un instituto profesional podrás seguir carreras de hasta 8 semestres, con las que puedes llegar a obtener un título que avala lo aprendido en los años de estudio. También están las técnicas, que van de los 4 a 6 semestres, lo que se traduce en 2 o 3 años de estudios, obteniendo el título de técnico de nivel superior.
La gran diferencia entre un IP y una Universidad, es que las segundas tienen la capacidad de otorgar un grado académico superior al que ofrecen otras instituciones, como los centro de formación técnica y los institutos profesionales.
Los IP no tienen las mismas carreras que las universidades. Si bien coinciden en algunas, las tradicionales como Medicina, Derecho, Periodismo y Arquitectura, por ejemplo, no las imparten, porque no otorgan grados académicos o licenciaturas necesarias para ejercerlas.
Hay otros IP que tienen carreras como ingenierías que no se pueden estudiar en universidades, tales como la mecánica, de sonido, en marketing y hotelería, entre otras. De todos los tipos de ingeniería, casi 80 son validadas por el Colegio de Ingenieros, debido a su corta duración, que debería ser mayor a los 2 años.
Por lo general, los costos de las carrera universitarias son más elevados que los aranceles de institutos profesionales. Esto se debe a la capacidad que tienen de entregar grados académicos como licenciado, magíster y doctor por sobre el título profesional que otorga un IP.
En cuando a las carreras técnicas, los IP entregan los mismos títulos que los centros de formación técnica, no así los profesionales. Además del grado académico, que entregan las diferentes instituciones para optar por una carrera, también es bueno conocer la empleabilidad y las proyecciones que éstas tienen a futuro.
Imagen CC Vancouver Film School