Ser universitario no es un asunto fácil, debes tenerlo claro, ya que desde el momento de pisar ese campo del saber llamado Universidad, te cubrirás por la euforia de los nuevos compañeros y ese estilo semi- adulto que te da la vida univesitaria.
Pero si a medio andar del semestre hay algo que no va bien, no te gustan los ramos, las clases se vuelven eternas y al llegar a casa no te interesa lo que lees en esas largas guías de estudio, creo que sería el momento de reflexionar; es mejor atacar el problema desde que se presentan los primeros síntomas y no dejar pasar el tiempo, te lo digo por experiencia propia.
Comencé por Derecho, amaba la idea de ayudar al resto, de pequeña siempre fui la defensora de las causas perdidas y aunque lo sigo siendo, mi camino no estaba ligado a las leyes, sino más bien a escribir estas líneas desde la trinchera del Periodismo. Lo lamentable es que lo descubrí tarde, después de tres años. Y mi caso no es aislado.
Según datos del Ministerio de Educación, la tasa de deserción en el país es cercana al 50% y la poca capacidad de adaptación del sistema, es una de las causas más importantes del alto número de alumnos que abandonan sus programas de estudio
Para Carmen Gutiérrez, docente de la escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, esta decisión - inevitablemente - trae costos asociados. "En términos generales, un estudiante que suspende estudios asume un costo emocional, lo que genera un impacto negativo sobre su autoestima; además, hay un costo emocional para la familia”, explica Gutiérrez. Para minimizar este impacto, la especialista aconseja al estudiante dialogar con las autoridades de la carrera, buscar el apoyo que puedan ofrecerle junto con sopesar las consecuencias de su decisión a futuro.
El tiempo es despiadado, pasa rápido y no permite deshacer lo vivido. Desde el aprendizaje que me dio esa experiencia fallida en Derecho, te digo que, no debes estudiar por cumplir. Si sientes que no es la carrera que te hace feliz, por mucho que se molesten tus papás, debes congelar antes que siga pasando el tiempo.
El siguiente paso es elegir con madurez la próxima carrera que estudies y no está de más buscar un trabajo de medio tiempo, para ayudar un poco a tus padres a sustentar ese gasto no menor que trae consigo la Universidad. ¡Éxito en tu nueva etapa!
Imagen CC Francisco Osorio