Todos aprendemos de distintas formas. Pero hay ciertos hábitos que nos limitan y no nos dejan conocer más datos que nos pueden servir. Como sabemos que eres preocupado por dar una buena prueba PSU, te mostramos algunas metodologías o consejos de estudio dependiendo del tipo de estudiante que seas. Para poder aplicar estos tips debes autoevaluarte:
Si te haz dado cuenta que no te puedes concentrar porque cambias rápidamente de foco de atención entonces lo recomendable es: esfuérzate para fijar la atención en tu estudio, siempre ten en mente un objetivo. Planifica las actividades en periodos cortos, te recomendamos aplicar la técnica Pomodoro. En clases siéntate adelante, en primera fila, no converses con tus compañeros!. Deshazte de cualquier tipo de distractores, por lo tanto, dile chao a tu celular, televisor y computador.
Si no te gusta mucho reflexionar, o sea, investigar o profundizar ciertos temas ya que sientes que es una perdida de tiempo entonces debes también esforzarte en pensar un poco más, atrévete a interpretar, recopilar datos, clasificar o comparar. Preguntarse el por qué de todo.
Puedes ser que sea del tipo de estudiante impulsivo, o sea, haces las cosas rápidas y al azar. Lo ideal es que te tomes tu tiempo para estudiar. Puedes buscar otras técnicas de estudio que no te sean aburridas. Estudiar en grupo te puede ayudar a no ser tan impulsivo y en pensar dos veces las cosas. En cambio si eres de esos estudiantes que depende de otras personas, profesor o compañero, primero debes trabajar tu confianza y en tu seguridad ya que temes avanzar solo. Haz un listado con las actividades que debes hacer y atrévete a equivocarte.
Finalmente puede ser que eres del tipo de estudiante que cree que tiene siempre la razón. En este caso debes dejar de ser tan inflexible y rígido. Tienes que reflexionar más sobre los contenidos que aprendes, fundamentar tus juicios y respuestas. Escucha más a los demás, te puede hacer bien estudiar en grupo.
La idea es que te autoevalues y sepas qué tipo de estudiante eres para así aplicar un tipo especifico de aprendizaje. Si ya tienes un hábito de estudio que te sirve entonces no lo cambies, pero si nunca haz realizado una rutina entonces todavía estás a tiempo de hacerlo.