Hay hábitos que son muy difíciles de adquirir, como lo es el estudiar correctamente. Lo ideal es tener un espacio propio, sin mayores distracciones y haciéndolo con tiempo suficiente. Pero no todo el mundo lo hace de la manera apropiada, y mucho escolares van adquiriendo hábitos muy malos que, aunque pudieran servir de vez en cuando, al final se vuelven perjudiciales.
1. Estudiar la noche anterior. Aunque creas que puedes hacerlo, probablemente siempre termines durmiendo muy tarde, aprendiendo poco y sacándote una mala nota. Es difícil mantener la concentración por más de un par de horas, así que intentar estar mucho tiempo estudiando y de noche significará que de a poco vas a perder el interés en lo que lees y al día siguiente no lo recordarás. Necesitas crear el hábito de estudiar con tiempo, que será lo más útil si estás preparando la PSU.
2. Tener abierto Facebook o cualquier red social mientras estudias. Puedes creer que sólo lo tendrás abierto por si alguien te necesita, pero de alguna manera siempre terminas revisando el inicio o los mensajes y pierdes tiempo valioso de estudio. Algunos usan la excusa de que lo dejan abierto por si tienen dudas de la materia y necesitan preguntarle a otro compañero, pero la verdad es que terminas hablando temas nada que ver sólo para evitar seguir estudiando.
3. Estudiar con la tele prendida. A veces prendemos la tele por inercia y ni siquiera la miramos realmente, pero siempre será un distractor. A penas escuches algo que te guste, aunque sea un comercial, perderás la atención que habías puesto en tus estudios y dirigirás tu mirada hacia el televisor. Sin darte cuenta terminarás viendo alguna película que no te gusta mucho o una serie que nunca has visto sólo para evitar seguir estudiando.
4. No tener un horario de estudio (o no cumplirlo). Estudiar todo un día no es bueno, menos hacerlo toda una noche. Para evitar esto, debes crear un horario de estudio que implique dedicar tiempo todos los días a estudiar las distintas materias que tengas que aprender, en períodos que no duren más de un par de horas. De esta manera, no te recargarás los días previos a una prueba y tendrás tiempo suficiente para dormir bien y no necesitarás utilizar ningún truco extraño.
5. Acostumbrarte a estudiar con distracciones. Si siempre estudias con música o con el ruido del televisor, y te acostumbras a concentrarte de esa manera, al momento de rendir las pruebas te costará mucho concentrarte. El silencio puede distraerte más que los ruidos cuando no estás acostumbrado a él, y lo normal es que nadie haga ruido durante las pruebas. Así es que lo mejor es encontrar un lugar tranquilo en tu casa, no es necesario aislar el sonido ni mucho menos, pero intenta crear un ambiente tan tranquilo como sería el de una sala de clases.
6. Acostarte a estudiar. Normalmente pasa cuando te pones a estudiar a última hora y lo haces porque te da sueño o te sientes cansado. Es lo peor que puedes hacer ya que el estar así de relajado hará que te dé cada vez más sueño y tu capacidad de concentración se verá perjudicada. Además, corres el riesgo de quedarte dormido y no terminar de estudiar.
7. Descansa. Muchas personas se obsesionan estudiando y no paran durante horas, y es un pésimo hábito. Tu mente necesita descansar cada cierto tiempo para procesar lo que aprender y no sobre cargarlo con materia que al final no lograrás retener. El dormir bien también es parte importante del estudio, ya que tu cuerpo y mente descansan mientras lo haces, de esa manera llegas en condiciones óptimas al otro día a dar tu prueba.
Estudiar de manera eficiente es importante para que logres aprender realmente lo que estás leyendo. No te exijas demasiado ni te relajes tanto, ya que ninguno de los dos extremos te ayudará a rendir apropiadamente. Y recuerda siempre que entre más atención pongas en clases, menos tendrás que repasar después en tu casa.