En la última cuenta pública, Michelle Bachelet, afirmó que sería el 60% de los alumnos más vulnerables, podría estudiar gratis en las universidades del Consejo de Rectores (CRUCh), centros de formación técnica e institutos profesionales acreditados y sin fines de lucro.
La medida que comenzaría a regir desde el 2016, generó la molestia de las universidades privadas y de algunos parlamentarios, quienes afirman que es una decisión discriminatoria contra gran parte de la población, por lo que buscan reducir el beneficio a un 40%, lo que además podría incluir a otras instituciones.
El vicepresidente del CRUCh y rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, aseguró a Cooperativa, que la prioridad de el proyecto de gratuidad, debería estar centrado en un nuevo marco regulatorio
"Desde luego ha generado expectativas y atiende a instituciones y a estudiantes que urgentemente requieren de la mano solidaria del Estado", refiriéndose a la reducción del 60 al 40 por ciento de los estudiantes.
"Disminuir esos beneficios ahora me parece que sería una imprudencia y una improvisación, que estaría desgraciadamente generando mala impresión de cómo se asegura que la educación superior chilena se desarrolle y se desarrolle no solo por respuestas populares, sino que pensando en la calidad del sistema de educación superior", agregó Valle.
Por otra parte, el Presidente del Consorcio de Universidades Estatales y rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, asegura que la reducción de los beneficiados por la gratuidad, no tendría mayor impacto.
"Para nosotros no tendría ningún impacto como Universidad de Chile porque eso nosotros lo hacemos ya con nuestro esfuerzo, pero nos parece muy importante decir que tiene que haber una coherencia, y lo hemos dicho muchas veces, entre lo que uno plantea como política a la hora de propósito y plantea como a la hora de tener que financiarlo", afirmó Vivaldi.