Sebastián Cartajena, Productor General del Festival de Cine Chileno (Fecich) y Encargado de Difusión y Mediación del Festival Internacional de Cine para Niños, Niñas y Adolescentes, Ojo de Pescado. Estudió Cine, Video y Televisión en la Universidad del Mar, ingresó motivado por clases de historia del cine que hacían en la asignatura de artes en su colegio, a partir de eso asistió a un par de festivales, cosas que prendieron las ganas de crear y poder contar historias a través del trabajo audiovisual. Tuvo que esperar un tiempo, pues en la región no habían escuelas de cine, el 2001 fue el año donde todo comenzó.
Enfoque universitario
Sebastián cuenta que cada universidad tiene un enfoque, por ejemplo en su escuela había mucho más trabajo de producción, siendo muy diferente a Duoc, por ejemplo, donde es más técnico o la Universidad de Valparaíso que es netamente cine y al mismo tiempo posee una orientación más social. Señala “estando adentro uno se da cuenta, la de nosotros pienso que estaba más equilibrada porque tenía ramos teóricos y prácticos, a los pocos meses de haber entrado ya estábamos grabando.” Agrega que las diferencias que existen hoy son básicamente mediante una visión técnica, teórica, social o comercial, aclarando que para saberlo es mejor averiguar con quienes están estudiando más que basarse en las mallas curriculares. Comenta que para las personas que recién van a entrar es difícil saber qué área les interesará, pues hay personas que tienen un perfil enfocado a la producción, fotografía, sonido, etc, lo que se va descubriendo a medida que se comienzan a realizar trabajos.
Desde su experiencia nos cuenta que “por mi parte no tenía idea, simplemente me gustaba escribir y la fotografía y terminé en producción, esto me ayudó mucho a escribir mejor mis historias, a coordinarme y organizarme bien para que finalmente fuera viable.Te restringe, pero es mejor así”.
Llevarlo a la Práctica
Cartajena nos indica que en la universidad estuvieron en una constante práctica, siendo uno de las mejores experiencias un largometraje que debían realizar en cuarto año, estuvieron 30 días en rodaje, pero en ese momento ya habían notado en qué área cada uno era bueno, en su caso pasó con la producción. Claro que no todos llegaron hasta esa experiencia, nos cuenta que la mayoría de los compañeros que dejaron la carrera fue en primer año y los menos en segundo y tercero.
Su primer trabajo fue hacer una ayudantía en el ramo Historia del Lenguaje del Cine, donde traba de aplicar la teoría en un trabajo de rodaje. Sebastián destaca dos de sus experiencias laborales que están muy ligadas: “el año 2008 levantamos un festival de cine en Quilpué (Fecich), ese fue el trabajo más significativo, y que ha durado hasta hoy, ahí empecé a hacer producción, la que es diferente para un festival de cine que para un cortometraje, fue aprender de nuevo , entender dinámicas distintas, hacer nuevas redes, después de unos años ya era como debía ser, es difícil sin tener ningún tipo de financiamiento o gran presupuesto, éramos muy poquitos al principio y luego comenzamos a crecer. Es algo que me gusta muchísimo. Me uní después en el segundo año del Festival Ojo de Pescado, pero no en producción, sino que en difusión y mediación, creo que tiene mucho que ver con la personalidad de cada uno, vas viendo las virtudes y falencias que tienes, después de un tiempo te das cuenta en qué eres bueno”.
Además de estos trabajos, se ha desempeñado en diversas cosas, aclarando entre risas que lo que menos ha hecho son películas, nos cuenta que gracias a haber estudiado su carrera ha trabajado haciendo gestión o difusión, por ejemplo en instituciones como Servicio País.
Al momento de preguntar sobre un trabajo estable o “formal” nos cuenta que “no conozco a nadie que tenga un trabajo estable en audiovisual, a menos que tengas una productora, que no solo se trabajen temas de cine, sino que también comercial, donde debes tener un capital para poder montarlo y de todas formas hay que estar buscando clientes, auspiciadores y postular a fondos... a menos que se relacione con el tema de la gestión cultural o entres a trabajar en un cargo público.
Aptitudes para ser “audiovisual”
En esta carrera no sólo se entra a pasarlo bien, les decía Sebastián a los alumnos de primer año, porque “también tienen que pensar que es algo que tiene mucho sacrificio y que no vas a estar ganado dinero constantemente, requiere mucho compromiso con lo que estás haciendo, te tiene que gustar bastante y sentir la necesidad de hacerlo, estando dispuesto a dejar otras cosas de lado".
Finalmente Sebastián Cartajena nos deja en claro que a quienes les interese estudiar Comunicación Audiovisual o Cine tiene que gustarles lo que van a hacer. Agrega que las artes tienen una transversalidad muy grande y tienes muchas opciones para poder desarrollarte, siempre teniendo cuidado con las expectativas “porque el cine es un tema de ilusión y generalmente las personas se hacen muchas ilusiones con el cine”.
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