Estamos a muy poco tiempo de dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y sabemos que estás bastante nerviosos por el gran paso que significa responder las 80 preguntas de un test que medirá tu conocimiento, capacidad de retención de información y conocimiento científico, entre otras cosas. Si a estas ansias por la prueba le sumamos las tareas del colegio, los ensayos del preuniversitario y la misma carga que genera un trabajo, si ya egresaste, entonces debes estar todo nervioso y súper sensible. Por todo lo anterior te recomendaremos ciertos tips para que tu nerviosismo por la PSU sea menor:
No hables mucho del tema: Parece un consejo obvio, pero no muchos hacen caso cuando les pedimos que no le den tanta vuelta al asunto, hay una prueba a fin de año y tienes que darla con la mejor disposición. No te desgastes hablando y explicando por qué la vas a dar, cuál es tu plan de estudio, qué tienes pensado si no resulta como quieres, etc. Solo enfócate en dar una buena prueba y no permitas que las presiones de otro se vuelvan tuyas.
Dejar de repasar: Si tienes la seguridad de que ya entiendes al derecho y al revés cierta materia no es necesario que la vuelvas a repetir. Siéntete seguro de lo que sabes. No estamos diciendo que repasar sea malo, de hecho es bastante positivo hacerlo un par de veces, pero la idea es que no se vuelva una tarea tediosa aprender algo que ya sabes muy, pero muy bien solamente porque no te sientes seguro.
Piensa en el presente: Ten un plan para lo que se viene: qué carrera elegir, en cuál carrera y por qué esa elección, pero no pienses demasiado acerca de ello porque más que aliviarte te producirá ansiedad y nerviosismo. Es bueno tener claras las cosas, lo malo es re pensarlas.
No seas negatrón: Olvida las cosas malas y enfócate en lo bueno, en que eres un buen alumno/a, en que todo saldrá como debe salir, no te sentirás tan mal si las cosas no salen como quieres y que disfrutarás de tu victoria si alcanzas la meta impuesta en un principio. Ser positivo atraerá cosas positivas.
Básicamente son pequeños consejos que pueden cambiar cómo te enfrentas al día a día y cómo entiendes este proceso de selección. Estudia y sacrifícate por lo que quieres, pero no comas ansias y nerviosismo de cosas innecesarias.