La publicidad es una importante rama de la comunicación, ya que busca transmitir un mensaje único y capaz de ser recibido por distintos interlocutores, de manera creativa y marketera. Es por eso que quienes tienen a la publicidad corriendo por sus venas, son personas que viven la comunicación desde un aspecto diferente, mucho más rápido y orientado a conseguir resultados comerciales. Si más de una vez has tenido visiones en donde tú apareces como un publicista hecho y derecho y además la creatividad es el centro de tus acciones, entonces tal vez estás preparado para elegir tu vocación. Por eso, si ya tienes más o menos claro que estudiarás esta carrera, ten en cuenta estos 10 consejos para futuros estudiantes de publicidad.
1. Aprende a venderte
Así como a futuro te tocará vender a las marcas, aprende a hacerlo con tu propia persona. La forma en la que cuentas tus vivencias y tu forma de ser, pueden hacer la diferencia en el mundo laboral. Es por eso que desde un principio visualízate como un producto de marketing, como una marca que quieres que sea exitosa y que llegue de manera efectiva a ese público que te interesa. Si tienes poca o nula experiencia laboral, aprende a contar lo que tienes de manera entretenida y logra transformarte en un recurso de consumo apetecido por el resto. Un discurso bien trabajado, a veces vale más que 10 años de experiencia en las canchas.
2. Ten en cuenta que hay un mundo fuera de la universidad
Es cierto que la universidad te otorga las principales herramientas para transformar tu vocación en una realidad, pero no te dejes absorber por ella. Parte de la futura vida laboral se trata de redes de contactos y de cómo utilizarlos a nuestro favor y créeme que los mejores o más apetecidos, están fuera de la U. Además, asistiendo a conferencias, congresos y ferias, podrás vivir el aprendizaje de otra forma y complementándolo con lo la materia que te pasan en el aula.
3. Sé diferente
Aunque a veces sea un poco frustrante el saber que las ofertas laborales son menores a los egresados de esta carrera, no dejes que eso te desmotive ya que tú también puedes hacer algo al respecto. Intenta diferenciarte del resto de los publicistas, manteniendo tus conocimientos actualizados, siendo autodidacta y siempre apuntando a hacerte notar. Reconoce en ti mismo qué es lo que te diferencia y utiliza ese recurso para generarte mejores oportunidades.
4. Deja de mirar para el lado
A la hora de trabajar, deja de mirar lo que hacen otros publicistas o de qué manera las marcas promocionan sus productos. Está bien informarse sobre las nuevas tendencias en publicidad y sobre referentes en ese ámbito, pero no dejes que ese tipo de influencias se vuelvan, a la fuerza, parte de tu línea creativa. Intenta mantener una objetividad visual y aunque ames a la manzanita del computador o a una marca de café X, nunca debes permitir que tus gustos personales limiten tus posibilidades para innovar.
5. ¡Especialízate!
Si eres bueno editando videos, utilizando Photoshop, creando logotipos o te consideras seco para partir desde cero con un concepto, entonces aprovecha tu tiempo y sé el mejor en ello. Es verdad que la publicidad es un todo, pero el ser especialista en un área o materia, podría hacerte más valioso para el mundo laboral, porque hay empresas que buscan al mejor en una materia específica. Con lo anterior, no digo que descuides el resto de la carrera, sino que busques algo en lo cual seas bueno y lo potencies.
6. Tu carrera no se termina cuando recibes el título
Hay quienes creen que cuando finalizan tus años de carrera y recibes un diploma, tu trabajo como profesional ya está hecho. El titularse no es el paso final, sino que recién es el primero para comenzar a hacer cosas, además de probarle al entorno y a ti mismo, que estás capacitado para enfrentar esa nueva etapa. Nunca dejarás de aprender, por tanto nunca te debes creer el dueño de la verdad absoluta. Lo mejor es que mantengas siempre una visión abierta, receptiva y humilde ante lo relacionado con tu rubro y que también, cada vez que tengas la oportunidad, puedas especializarte tomando cursos, aprendiendo de tu entorno o inscribiéndote en post títulos.
7. Explora
De los errores surgen cosas nuevas y de lo nuevo, nacen ideas. Por ello, mantén ese apetito del primer día de clases a lo largo de tu vida laboral, ese afán por aprender de lo desconocido y piérdele un poco el miedo al fracaso. Es verdad que a ninguno de nosotros nos gusta cometer errores o entregar trabajos dignos de malas notas, pero si no te das espacio de explorar, sea cual sea el resultado, no podrás conocerte a ti mismo y tampoco entender hacia dónde quieres que vaya tu carrera. Crear es equivocarse y en el arte no hay errores garrafales, sólo la base para nuevas creaciones.
8. No hay trabajos malos
No hay pegas malas, sólo métodos distintos de aprendizaje y de hacer las cosas. Por ello, no dejes que un trabajo que no es de tu agrado te limite e intenta sacarle el mayor provecho a esa experiencia. Tómala como una ruta para ser una mejor versión de ti, para darte espacios de cometer errores y aprender de ellos, para extraer todo ese conocimiento que te sirve de ese lugar de trabajo y que para cuando te toque perseguir mejores oportunidades, puedas dejar a tu versión beta en ese lugar. Crece, sé mejor y parte hacia tu nuevo rumbo con todo aquello que ganaste de tu pega anterior.
9. Que la rutina no le gane a tu creatividad
Suele pasar que algunos trabajos, como los que se desempeñan en empresas o instituciones, manejan ritmos de trabajo y metodologías repetitivas, que no dan mucho espacio para crear. Si alguna vez te toca enfrentarte a ello, no dejes que esa situación atrofie tu talento. Procura darte espacios, en tu vida lejos del empleador, para innovar, para transgredir barreras y para intentar 1.000 formas distintas de lograr un resultado. Lo más recomendable es que tengas tu propio proyecto personal, para que puedas ser libre, a nivel vocacional, en tus ratos fuera de la pega y las ideas se mantengan intactas al interior de tu cabeza.
10. Equilibrio
Es verdad que no puedes vivir del freelanceo, pero tampoco dejes que la plata se anteponga ante tus sueños. Parte de ser publicista es mantener las ideas revolucionadas, trabajando a mil por hora y creciendo como una marea sin fin. Por eso, antes de priorizar un empleo por una remuneración más alta, busca también oportunidades para que no sólo crezca tu bolsillo, sino que también tu capacidad creativa y tus oportunidades de desarrollo profesional.
Independiente de los obstáculos como la saturación del mercado, los trabajos poco gratos o la eterna discusión sobre la remuneración de un profesional de la publicidad, recuerda siempre mantener tu identidad y potenciar tu elemento diferenciador, además de verte a ti mismo como tu mejor idea creativa, esa que conseguirá doblarle la mano incluso al cliente más complicado de todos y que se convertirá en un potente mensaje comercial.