Como todos sabemos Medicina es una de las carreras más difíciles de ingresar, visto desde el exterior parece una batalla de vida o muerte el conseguir un cupo en las aclamadas universidades, cambiándonos hasta de ciudad con el simple hecho de querer alcanzar nuestro sueño y poder finamente, convertirnos en doctores. A veces hasta aplazamos todo lo demás, dejando de lado nuestras cosas favoritas solo para conseguir estudiar esta carrera, enfocándonos en la meta mayor que es finalmente algún día ser un Doctor(a).
Son por todas las razones mencionadas anteriormente que solemos crear demasiadas expectativas antes de ingresar, algunas creadas por la euforia y emoción de finalmente haber alcanzado nuestros sueños, creando así un mundo totalmente utópico de lo que sería la universidad para nosotros y a la vez estar un paso más cerca de nuestro sueño. Al mismo tiempo nos encontramos asustados a medida que se acerca la fecha, dudosos de si fue la elección correcta, que nos deparará el destino o si todo resultará tal y como esperamos. Es por eso nuestro primer año cuenta con aciertos al igual que errores, de los cuales probablemente terminaremos riendo una vez que el año pase, pero no está de malo recordar un poco y también ayudar a los futuros estudiantes.
Los aciertos:
1.- Ser totalmente consciente de que algún día lograré cumplir mi sueño.
Sabemos que para muchos esto puede sonar algo sentimental, pero el saber que algún día podré finalmente convertirme en un egresado de Medicina hace que la manera de desenvolverme y mis ganas de estudiar simplemente aumenten, al igual que el espíritu se mantenga en alto y el ánimo no decaiga en los primeros meses.
2.- Estar totalmente seguro que es lo que quiero y enamorarme más de la carrera día a día.
Típico que podemos tener algunos compañeros que comienzan a dudar que quizás no es lo que piensan, que es demasiado difícil, que no tienen tiempo para nada... Nosotros en cambio simplemente nos fascinamos todo el tiempo de cada cosa, queriendo saber más y más, enamorándonos un poco más de lo que escogimos y de que pasar el fin de semana empapelando la habitación en materia, no suena tan mal después de todo.
3.- Estar totalmente dispuesto a cada desafío.
Decir que si absolutamente a cada nueva propuesta y a cada idea que se le ocurra al profesor, queriendo de inmediato insertarnos en el mundo laboral, esperando ansioso por lo que venga, ya que al final del día es lo que queremos, trabajar en lo que tanto amamos.
Los errores:
1.- El desanimarme simplemente porque una materia no me guste.
Comenzar a ponernos negativos porque el profesor es desagradable o la materia nos parece inútil, haciendo que las ganas decaigan y que muchas veces arriesguemos atrasar nuestros estudios solo por problemas como esos.
2.- No haber estudiado con tiempo para los exámenes.
Confiarnos en el ''Puse atención en clases'' ''Estudiaré el fin de semana'' Sin embargo, llegamos al momento de rendir la prueba y nos damos cuenta que pudimos haber obtenido una calificación bastante más alta si estudiábamos con el mes de anticipación que se nos brindaba, dejando que nos ganara un poco la flojera o el cansancio por tener tantas cosas que hacer en tan poco tiempo.
3.- Creer que todo será demasiado sencillo, solo porque me fue bien en la psu.
Repetir una y mil veces el genial puntaje que obtuvimos en la prueba, de como estudiamos, que como éramos los mejores en el colegio, pues en la universidad eso ya no importa así que más vale despertar, caer en cuenta que todos fuimos excelentes puntajes y los mejores en nuestros respectivos colegios, dejar de hablar tanto de lo maravilloso que éramos antes y concentrarnos en ser los mejores ahí.
La verdad es que por decir que no nos importa el resultado o que lo único que nos interesa sacar el título, no nos hará mejores profesionales algún día ni tampoco hará que terminemos la carrera más rápido. Ninguno de nosotros es perfecto y todo debemos pelearlo, incluso si pasamos con ojeras todo el año y nuestras horas de sueños se reducen a minuto. Es un largo camino por recorrer, pero si te mantienes mentalizado, lo más seguro es que termines alcanzando tu sueño.