Todo comenzó cuando estaba en tercero medio. Todos comenzaron a sentir la universidad viniéndoseles encima, algunos comenzaron a hacer preU, otros a informarse sobre el ranking de notas y el NEM. Además, preguntas como: ¿qué estudiar y en dónde? comenzaron a escucharse casi en todas las clases. Todo esto ocurría frente a mí, pero yo no participé de este terror ya que, cuando me pregunte qué iba a hacer, mi respuesta fue casi instantánea: educadora de párvulos. Era una carrera que me gustaba mucho porque unía lo que a mi más me gustaba, que era; enseñar y aprender junto con pasar tiempo con niños pequeños. Por eso, tomar la decisión no fue difícil, pero mantenerla sí lo fue.
Cuando comencé a decir al mundo que quería ser educadora de párvulo, con buenas intenciones me dijeron que me moriría de hambre si trabajaba en eso, que mi única esperanza era casarme con un millonario, que esperaban que tuviera una buena herencia o familiares caritativos; todo eso con una máscara de preocupación. También me dijeron cosas como: ''¿Qué ramos tendrás en la universidad? ¡¿Recorte 1 y 2?!'', ''¿Qué harás?¿Vas a jugar toda tu vida?'', ''¡Aah! pero eso es tan fácil, para eso no necesitas puntaje en la PSU''.
Tristemente, ninguno de estos comentarios me los dijeron mis padres, o personas de mi familia; me lo decía mi peluquera o profesores de mi preU. Algo que también me molestaba mucho era cuando, luego de decir lo que quería estudiar, me respondían con un ''¡aaw!'', ¿por qué lo hacían? ¿Acaso creían que era una obra de caridad, o tal vez, algo que no se podía tomar con seriedad? Yo tan solo fingía que no me importaba, tapaba mis oídos e intentaba ir hacia adelante. Por otro lado, mis padres no pusieron mucha resistencia, tampoco se mostraron muy felices cuando les conté, pero prefirieron dejarme continuar mi plan; aunque, por un tiempo mi mamá - que es educadora de párvulo - intentó hacerme cambiar de opinión ofreciéndome carreras como: Pedagogía en educación básica o educación diferencial; pensó que si seguía la misma linea de mis intereses podría cambiar de idea, pero no, ya había tomado mi decisión.
A pesar de que seguía caminando hacia adelante, todas esas bromas y comentarios se quedaban dentro de mí, y me sentía muy sola, no tenía a alguien apoyándome y diciéndome que me esforzara; todas las personas, no importa si son muy fuertes, necesitan sentir que hay alguien que los acompaña en su decisión. Comencé a tener mucho miedo del futuro y dude sobre si esto sería el mejor camino para mí. Así me encontraba cuando un día, fue un actor a darnos una charla al colegio; no sé por qué razón lo invitaron, no fue a actuar ni a invitarnos a estudiar lo mismo que él, más bien fue una charla para motivarnos, para animarnos a estudiar lo que quisiéramos ¡ERA LO QUE NECESITABA! En ese momento se me quitaron todas mis dudas y temores, sentí que tenía el apoyo de todos aquellos que seguían su vocación, sin importar lo que les dijeran.
Paso algo muy similar con elegir una universidad; me gustó mucho la San Sebastián una vez que fuimos invitados con mi colegio a ver las instalaciones. Cuando me hablaron de cómo trabajaban con las estudiantes de educación párvularia, me atrajo y decidí estudiar ahí. Pero como no es la típica universidad que todos eligen, entonces nuevamente había oposición. Para ese momento, los prejuicios y bromas de gente que no me conocía y que estaba ''preocupada'', ya no me afectaba; no me importaba lo que tuvieran que decir, yo seguiría con mi plan porque no estaba haciendo nada malo, sólo seguía mi sueño.
Hoy en día, voy en segundo año de mi carrera, feliz y satisfecha, sin ánimos de cambiar o rendirme, sin remordimientos del pasado, solamente caminando hacía adelante. Si tú estas en la duda de seguir tus sueños por lo que piensan los demás, o tus propias dudas; debes saber que, cuando fue ese actor a mi colegio, nos dijo: ''Para mí tampoco fue fácil elegir esta carrera, pero yo preferí morirme de hambre que de pena''. Por eso mismo, los invito a ustedes, que si les están limitando sus sueños por temas como: el dinero, piensen que la manera de ser felices es, vivir de una manera en la que no te arrepientas después.
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