¿Vocación? Uff, qué tema. Sólo puedo decirte que confíes en tus decisiones y persiste. De todas forma te dejo unas reflexiones que realmente me ayudaron a seguir adelante y que hoy doy gracias en haberlos formulado, ya que fueron unos pilares bien importantes. Espero que te sirvan.
Siempre he pensado que la elección de una carrera universitaria debe estar ligada a un sentimiento de bienestar por parte del estudiante. Si bien puedes sacar un título sin tener mayor gusto por las materias, hay una importancia no muy valorada sobre la dedicación que puedes entregar, si lo haces con algo más que memoria y la repetición de una cantidad increíble de datos que muy probablemente olvides en un período variable de tiempo.
Nunca creí, tampoco, en eso de que "esa carrera está saturada, no hay campo laboral" es una buena excusa para no intentar algo nuevo (sea el tema que desees estudiar). Piensa: hay millones de personas en todo el mundo estudiando casi las mismas carreras (no quiero asustarte con esto). Por lo tanto, eso es algo inminente. El problema con las personas que dicen eso es que te atraen hacia la limitación, a no crear algo nuevo, a no dar un paso distinto al de tu familia, región o país.
Por otro lado, lo más importante a la hora de escuchar o leer todos los consejos que te pueden dar sobre la vocación es, a mi parecer, tomarte un tiempo. En este caso, tienes que seguir tus instintos y confiar en tus capacidades, en tu propia experiencia y formar tu camino, porque al final de todo, es tu vida, es tu elección. Nadie te puede decir qué debes hacer, porque no sabemos qué haz vivido, qué sientes y qué es lo que quieres. El tema está en que lo debes descubrir por el medio que más te acomode. Y si te equivocas, podrás aprender y avanzar con mejores decisiones, sin escudarte en otros y haciéndote responsables de tus pasos, lo que significa un momento de auto-conocimiento.
Ahora, un poco de experiencia personal: siempre estuve seguro que la comunicación sería algo a lo que me dedicaría. Entonces, ya a los dieciséis años era un peso menos. Lo único que faltaba era decidirme por una dentro de todas las variaciones que existían. En realidad, no me tomó mucho, pero sí fue extremadamente difícil continuar con lo que quería, pero ahora vale la pena. Créanme.
Por distintas razones, entré a estudiar Administración de Empresas, Mención Marketing. Las clases no eran fomes, pero mi mente seguía en otra parte, en los idiomas, en la literatura, en el extranjero, en otro tipo de conocimientos dentro de las salas de clases. Llegado el momento, me retiré, comencé a trabajar de garzón y en otras cosas, mientras me tomaba el tiempo para encontrar mayor seguridad en mis decisiones y encontrar una situación más libre sobre lo que quería hacer.
Después de un par de años y varias luchas, me fui a Santiago y entré a lo que quería: Literatura. Fueron unos buenos años, aprendí bastante, comprendí que tenía más capacidades de las que creía. El paso de las noches sin comer y dormir no fue tan difícil, porque sabía que estaba en el lugar correcto. Y tenía la seguridad de que mis esfuerzos me darían frutos en algún momento. Lamentablemente, me tuve que salir por temas de dinero. Comprenderán que aquel tiempo fue algo devastador, pero no podía echarme a morir. Al menos, no or mucho.
En ese momento, con una carrera a medias, con una suma muy reducida de dinero y perdiendo el lugar donde estaba viviendo, reuní todo lo que pude para poder trabajar como redactor freelance. Como se habrán dado cuenta, en Chile es extremadamente difícil esto de la meritocracia y el trabajo sin título, por lo que ningún lugar me aceptó, por pequeño que haya sido el cargo para escribir. Cuento corto: recordé que había visto en el 2012 una web española que hablaba del aumento de empleados freelance. Entonces, reuní todo lo que había aprendido en la universidad, lo edité con lo que yo creía correcto y armé una suerte de portafolio. Y boom: llegó mi primer trabajo. No en Chile, por supuesto. Y la paga fue una estafa, pero me habían tomado en cuenta por primera vez y fui parte de un equipo, lo que daba datos a mi CV.
Ahora, después de un tiempo de persistencia, puedo decir que vivo de escribir para empresas y/o particulares de otros países, y tengo que la convicción de terminar mi carrera, de manera gratuita. Sé que no es acá en Chile, pero eso se acomoda a lo que yo quería en un principio.
Dato final: ten en cuenta, también, que esto de ser una sola cosa en tu vida ya no es así. Está claro que debes especializarte en algo, pero ahora las oportunidades y las opciones que tienes para desarrollarte en diversos campos es más amplia. Busca la manera de que tus diversos conocimientos y experiencias se unan, para así tomar mejores decisiones.
¡Suerte!