Vivimos en una sociedad que desvaloriza y muchas veces no reconoce la labor que ejercen algunas carreras y esto lo hacen sin conocer realmente el aporte que generan a nuestro país y también la vocación de las personas que están detras de estas. Es así como en el último tiempo la carrera docente ha estado en la palestra, siendo el punto de las críticas, pero ¿le estamos dando el prestigio que merecen nuestros docentes?
Dentro de esta pugna social, tenemos a la educación parvularia, carrera que quizás se ha llevado la peor parte en esta desvalorización, pero ¿sabemos realmente que hace una educadora de párvulos? Creemos que dentro del ámbito de la educación es de las que menos conocemos.
Comencemos mencionando que son mal llamadas "parvularias" lo que aprovecharemos de corregir, ya que esa palabra ni siquiera se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española; la cual nos guía en los márgenes de nuestro idioma, la palabra más cercana es parvulario, que está referido al "lugar donde se cuida y educa a los párvulos". Por lo tanto no corresponde utilizarla en el sentido de la persona que se desempeña con párvulos.
Siguiendo con lo anterior mencionado, no concuerda el utilizar la palabra parvularia de forma peyorativa, como lo ha sido durante años, con la importancia que se debe atribuir a estas principales agentes educativas, teniendo en consideración que son las responsables de educar en la temprana infancia desde una mirada integral. Esto nos da la tarea de transmitir que hace una educadora de párvulos. Ellas son profesionales que potencian aprendizajes y desarrollan habilidades en niños y niñas, habilidades que serán claves para su futuro. Son poseedoras de un compromiso ético con nuestra sociedad, siendo responsables de promover la inclusividad y tolerancia, siendo reconocidas como personas capaces que impactan positivamente en los primeros años de vida.
El cuidado, la protección y el desarrollo integral de los niños es una responsabilidad social y requieren del compromiso y la participación de todos nosotros garantizando el bienestar de ellos, a su vez contribuyendo a la construcción de un país más justo y democrático, es así como las educadoras de párvulos son las conocedoras de herramientas esenciales para lograr que nuestros niños y niñas sean sujetos plenos, que disfruten sus derechos y obtengan un desarrollo integral.
Si se preguntan si ellas juegan, cantan, bailan y se divierten, por supuesto que sí lo hacen, pero todo es con el fin de desarrollar destrezas y habilidades en los niños que están en sus aulas, pero no se confundan, no todo es juego, con ello llevan la gran responsabilidad de lograr aprendizaje muchas veces con hasta 45 niños, además de saber comunicarse de manera efectiva con los padres y apoderados, y a su vez con la comunidad educativa.
Como lo pueden ver, el rol de una educadora es esencial tanto en la vida de un niño como en nuestro sistema educativo, pueden influir significativamente en niños y niñas, por lo que es fundamental la llegada que tengan con ellos, pues dependerá de esto, el como enfrenten los años posteriores en la escuela, además serán las propulsoras de que estos experimenten, investiguen y aprendan de sus actos.
Finalmente ¿ha cambiado nuestra imagen sobre las educadoras? Lo más probable es que a partir de lo leído podremos tener una visión más integral de que hace una educadora y la función que cumple formando el futuro de nuestra sociedad. Ahora, sería importante plantearnos en que grado nos preocupamos por nuestros niños y cuan importante es que se respete su integridad, y si después de plantearnos eso, llegamos a la conclusión que realmente es fundamental para nosotros como individuos y como sociedad, les cuento que mientras pensaban, hay una educadora de párvulos enseñando, ocupándose de lo que quizás nosotros no nos habíamos planteado.