Ser psicólogo requiere una serie de habilidades para ejercer la profesión de buena forma. Si te interesa estudiar esta hermosa carrera, revisa cuáles son y si cumples con ellas:
1. Determinar "el meollo del asunto"
En el ejercicio de la profesión de psicólogo, es común que quien consulta se pierda en los detalles de su relato. Un buen profesional sabe discriminar cuál es el origen del problema y no se confunde entre los múltiples pormenores en que se detiene el paciente. Si al escuchar los conflictos de tus amigos, logras determinar cuál es la raíz de éstos y apuntar a una solución, ¡felicidades! Ya has cumplido con una de las habilidades que el cargo exige.
2. Saber escuchar
Aún cuando un paciente haga un relato demasiado detallado de su conflicto, el psicólogo jamás caerá en la tentación de apurarlo. Debe dejar que se explaye a gusto, quizás guiándolo a lo esencial con las preguntas adecuadas. Es por eso que entre las habilidades fundamentales que esta carrera exige están la paciencia y la escucha activa y sin distracciones. Recuerda que aún cuando los pormenores parezcan irrelevantes, pueden aportar información sensible y de suma utilidad para resolver el problema.
3. Adaptabilidad
El psicólogo siempre tendrá que adaptarse tanto al nivel cultural del paciente como a su lenguaje, simplificando su diagnóstico, consejos y explicaciones. Por eso, es muy relevante que posea habilidades comunicacionales, poder de síntesis y un buen vocabulario que le permita "aterrizar" conceptos demasiado técnicos.
4. Manejo de las propias emociones
Si bien todos experimentamos conflictos -como seres humanos que somos- el psicólogo no puede afectarse por lo que el paciente relata, ya que debe transmitirle estabilidad. Por lo mismo, un buen profesional sabrá tomar la distancia necesaria de su cliente, a fin de poderlo ayudar de forma objetiva, sin poner en entredicho su propio equilibrio emocional. Por eso, si sabes separar los problemas que oyes de los que tú mismo experimentas, tienes un paso adelante para iniciar este desafío.
5. No juzgar
Puedes tener tu propia opinión sobre temas como el matrimonio, el aborto o la fidelidad. Sin embargo, jamás debes criticar la perspectiva que tu paciente tenga en cuanto a lo valórico, así como tampoco sus actos, aún cuando éstos vayan en contra de tus creencias. El cliente necesita contención, no críticas que empeoren su situación. Por eso, es esencial que seas tolerante hacia las diversas opciones que una persona pueda tomar en cuanto a su vida. ¡Jamás dejes entrever una crítica!
Si cumples con estas condiciones, ¡ve adelante con el desafío! Psicología es una carrera hermosa, que te permitirá incidir significativamente en la vida de las personas. ¿Estás preparado?