El norteamericano Horace Mann, gran reformador de la educación moderna, diría alguna vez: "El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío". Y es que al fin y al cabo, ¿qué es un buen maestro sino aquella persona que nos enseña que aprender es algo valioso e interesante?
El mundo necesita cada vez más de buenos educadores. Sin embargo, antes de que alguien se postule a esta profesión, debe ser consciente de lo que implica. En general, existen tips que podrían serle útiles a cualquiera para escoger la carrera correcta. Pero cuando de educación se trata, se debe contar con cualidades personales muy importantes, como las que presentamos aquí.
1. Una fuerte vocación
Ser maestro de escuela es mucho más que pararse en un aula y dictar una clase. Hay que pasar muchas horas preparando las sesiones, corrigiendo pruebas, lidiando con estudiantes revoltosos, tolerando a algunos padres de familia algo especiales, etc. Y a pesar de todo esto, trabajar cada día con entusiasmo. Como muestra de vocación, conozcamos a Rita Pierson, la profesora que ofreció en el 2013 una inolvidable charla TED.
2. Mucho sentido del humor
El educador de rostro severo y ceño fruncido es cosa del pasado. Los estudiantes aprecian al docente que sabe utilizar el humor en sus clases y reírse junto a ellos, dentro de los límites del respeto, claro está. El humor ayuda a mantener un clima agradable, libre de presión y tensiones, cosa que favorece mucho al aprendizaje. Si quieres saber más sobre la importancia del humor, echa un vistazo a este artículo.
3. Paciencia en cantidades industriales
En esta carrera, el que olvida sus épocas de infancia o adolescencia, va en desventaja. Quien no recuerda los tiempos de las bromas en aula, el aburrimiento de las tareas, la presión de los exámenes... la pasará mal . Los escolares no son adultos chiquitos y no se puede esperar de ellos la misma madurez que tienen los mayores. Pueden portarse mal con mucha facilidad y se les debe comprender, y al mismo tiempo corregir positivamente.
4. Capacidad para escuchar
En ocasiones, un maestro tiene la oportunidad de dar buenos consejos, pero para saber lo que el estudiante requiere, hay que escucharlo. Muchas personas hablan con brillante elocuencia, pero son pocas las que pueden escuchar a otros con atención. El educador deberá tener presente que con solo escuchar a un alumno, ya está ayudándolo a mejorar.
5. Compromiso social
Nadie que tenga entre sus planes hacerse rico ingresa a este rubro. La educación es una carrera de servicio: el maestro está en su puesto más para dar que para recibir. El compromiso es con la educación, con el país y con los niños. Por otra parte, un profesor puede dedicarse a otras actividades además del trabajo en aula, como puedes conocer en este artículo.
Quien tenga estas cualidades puede aspirar a convertirse en maestro. Las aulas esperan.