La Caro era esa compañera que siempre estaba dibujando. Durante el año que estuvimos juntas en el preu me regalo varios diseños e incluso nos dibujó a nosotras mismas. Nos mostró trabajos que tenía guardados hace tiempo y pensaba que una de las cosas que más le gustaría era aprender más sobre aquello que tanto disfrutaba.
Es por eso que entró a estudiar diseño:“ya lo tenía decidido, siempre me fue bien en arte y tenía pésima memoria”, razón por la que descartó otras carreras. Tampoco quiso estudiar arte porque no se veía como profe, enseñar no era lo suyo, así que decidió postular a la Universidad de Chile por el prestigio de la escuela, cosa necesaria al egresar debido a la gran cantidad de diseñadores que año a año son competencia en el campo laboral.
Cuando entran a diseño en la Chile cursan un plan común donde hacen un poco de todo: computación, cortar madera, hacer maquetas, dibujar, etc. Pero en segundo se dividen en diseño gráfico o diseño industrial:“tienes que decidirlo en marzo, cuando inscribes ramos. Nadie te aconseja, es cosas tuya, y mucho ahí deciden irse a arquitectura”. La Caro decidió por el diseño gráfico.
Recuerda que los primeros años de carrera fueron“jugar, jugar y jugar. Me iba excelente”. El único problema de la universidad era que no tenían plotter y muy pocos computadores, así que era necesario asegurarse de tener un buen computador en casa y sentarse a trabajar duro “porque en diseño no hay tarea que te tome 2 horas, mínimo 5. Además de trasnochar y trasnochar”.
Pero todo contra tiene algo positivo. La falta de infraestructura les ayudó a“armarse de lugares para trabajar, buscar picadas de plotters o impresoras láser, etc.”. Sabían lo que necesitan e iban por ello.
Al pasar los añosen la carrera la cosa no fue sólo jugar. La teoría llegó para quedarse y todo se hizo más tedioso, pero“el buen gusto tenía que estar justificado y no servía que las cosas te quedaran bien sólo porque tenías talento”, así que había que hablar y estudiar de publicidad y semiótica, no queda de otra.
Antes de titularse, Carolina ya estaba trabajando, había necesidades en casa que se cubrían con plata por lo que ella comenzó a vivir de lo que estudió. Lo que más le sirvió en esta nueva etapa laboral era saber adaptarse a cada trabajo, cosa que para ella la Universidad de Chile le enseñó muy bien y que se valora muchísimo en el ambiente del diseño. Actualmente, lleva tres años en un mismo lugar de trabajo con muy buenas condiciones laborales.