Ignacio SIlva es fonoaudiólogo, una carrera que no estaba en sus planes y que, sin embargo , comenzó con el accidente cerebro vascular de su papá, fue entonces que nació su interés por la Fonoaudiología y así buscar la forma de recuperar las habilidades lingüísticas, utilizar la "poca" comunicación que tenía de manera eficaz, ayudar en la mejoría de su progenitor.
Durante la educación media, se preparó teniendo como meta entrar a la carrera, "igual lo pasé bien, de manera responsable y con buenos promedios" comenta Ignacio. Al salir de 4° medio rindió la PSU obteniendo el puntaje que requería para ingresar a Fonoaudiología en la Universidad Mayor.
Ignacio reconoce ser "un alumno del montón: me iba bien en algunos ramos, algunos otros los aprobé después de haberlos rendido una vez". Relata que fue una excelente experiencia, aún cuando estuvo más del tiempo "establecido" para sacar la carrera. Conoció a muchísimas personas, con quienes hasta el día de hoy mantiene contacto y, dentro de las cosas que vivió en su formación universitaria hubo varias anécdotas entre las que destaca: marchas estudiantiles, los partidos de ping pong, y que gracias a ellos, en vez de terminar la carrera en el periodo determinado, se alargó más el proceso, Ignacio destaca que "al lado de mi titulo debería salir una especialidad en tenis de mesa".
Con el tiempo, le tomó el peso a la carrera, "poniéndome las pilas y a estudiar en serio", como Ignacio reconoce, y se re-encantó con la fonoaudiología, formó un grupo de amigos con quienes las sesiones de estudio eran maratónicas, con mapas conceptuales pegados en la pared, recitando información de niños, adultos, haciendo diagnósticos diferenciales en otoneurología, estudiando terapias de voz, y un largo etc.
Llegó el momento de la titulación, momento disfrutado por todos, más por sus padres al ver un ciclo ya terminado. Pero al lado de la titulación llega la hora de buscar trabajo. Hoy puede decir con mucha gratificación y tras 3 años de ejercicio, que ha logrado avances significativos para sus clientes, sus familias y para él también, ya que se evidencian los esfuerzos hechos en algún momento de la formación, la que no se ha detenido.
Después de haber egresado, Ignacio pensó más de alguna vez "listo, se terminó el estudio...", já! "alguien le debió haber dicho en algún momento que esto continúa, y si no lo haces quedas relegado al sitial de gente que denota poco esfuerzo, y que eso en el actual mercado laboral es funesto" declara Ignacio, quien al día de hoy se desempeña en el ámbito educativo: desde realizar terapia en proyectos de integración hasta la formación de alumnos en educación superior, trabajo que sigue fortaleciendo su toma de decisiones y alentándolo cada vez más a seguir perfeccionándose, teniendo a su haber cursos de especialización, diplomado y un magister, y pensando ya en cursar algún otro diplomado o magister, y ver para donde lo puede dirigir la Fonoaudiología, ya que es necesario, como en cualquier otra área, innovar e ir creando otras áreas de desempeño, pensando que la comunicación y el lenguaje están presentes en todo quehacer humano.
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