Cuando te topas con Magdalena Wyss –Magda como le dicen sus más cercanos – a simple vista es difícil pensar que sea abogada, ya que es tal cual como en la foto: alegre, relajada y siempre amante de la aventura, por lo que viaja mucho. No es que considere a los abogados nerds, fomes ni nada por el estilo, pero uno tiende a imaginarlos más con ese envoltorio “formal”. No obstante, cuando le toca ejercer su profesión, Magdalena se lo toma muy en serio.
Tras haber egresado de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, hoy reconoce que tuvo bastante suerte, ya que entró al mundo laboral rápidamente: “Tempranamente tuve la suerte de trabajar tanto en el ámbito privado como público, y ahora me dedico también a la docencia, por lo que puedo decir que mi visión de la profesión es bastante completa”, comenta.
Pero no todo es suerte, menos en una carrera tan demandante como Derecho, donde el estudio constante es elemental. “La experiencia en la carrera fue agotadora y de largo aliento, porque estudié en una facultad que se caracterizaba por las altas exigencias para pasar los ramos y el examen. Sin duda el egreso me puso de cara al examen de grado” dice Magda. Pero una vez aprobado este y cuando llegó el día de jurar en la Excma Corte Suprema, lo recuerda como uno de los días más felices y que “coronaba tremendos esfuerzos”.
Sobre su paso por algún bufete, Magda rebobina a sus inicios de carrera cuando trabajaba en Münsenmayer, un reconocido estudio jurídico con más de 30 años de experiencia en la ciudad de Concepción, otorgando asesorías a empresas e instituciones en el ámbito civil, comercial y laboral. Allí, recuerda, “me correspondía cuestiones como redactar contratos y tramitar causas, también en segunda instancia” de los clientes.
Magdalena no parece haber tenido muchos problemas cuando entró a la firma, quizás sólo el de ser nuevo en un hábitat distinto, ya que anteriormente había hecho su práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial, perteneciente al ámbito público. Pero ella deja entrever que cuando aparece una oportunidad, solo debes tomarla, y que si eres dedicado, no tendrás problemas para llegar a la meta.
El camino laboral
Los mejores recuerdos dentro del ámbito laboral que guarda Magdalena se encuentran en el sector público, mientras hacía su práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial. Señala también que hoy existen otras alternativas, como la Defensoría Penal Pública – tras la Reforma Procesal Penal que inicia en Chile el 2000 – y que “el contacto con la gente y los primeros pasos en la profesión, te ayudan a comprender mejor el trabajo”. Asimismo, destaca la labor social como parte del derecho y que hay quienes “requieren mayor protección y orientación”.
Lugo de la práctica, ingresó a Münsenmayer en donde aprendió del sector privado, como comentaba anteriormente, para luego volver al ámbito público entrando a trabajar como asesora de la Municipalidad de Cabrero. Dedicada al servicio social, trabajó defendiendo los intereses de la corporación en Tribunales y emitiendo informes para las autoridades.
Actualmente, Magdalena se desempeña como abogado en una Clínica Jurídica y entrena alumnos en la práctica profesional de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián en Concepción. Para ella “la profesión es un mundo abierto a múltiples posibilidades”.
Si quieres entrar a Derecho, ten en cuenta
Si estás aquí probablemente te llama la atención esta carrera y quieres saber qué se necesita para llegar a ser un abogado. Pues prepárate, porque la PSU es sólo la punta del iceberg, ya que al ingresar, el estudio pasará a formar parte de tu vida, incluso después de salir de la universidad.
Magdalena habla desde su experiencia y de cuando le tocó rendir la prueba para ingresar a la universidad, en su tiempo la PAA (Prueba de Aptitud Académica).
- ¿Recuerdas haber estado nerviosa al momento de dar la prueba?
- La preparación que obtuve en el colegio no fue suficiente, así que debí hacer un preuniversitario por un año completo, después de lo cual ingresé a la universidad. En lo previo a rendir la prueba, no estuve nerviosa, porque sabía cuáles eran mis capacidades reales, luego de haber cursado el preuniversitario.
- Cuéntame porqué elegiste estudiar derecho. ¿Fue tu primera opción? ¿Por ser una carrera tradicional? ¿Tiene familia de abogados?
- En mi caso particular, no fue la primera opción, porque tenía otras carreras en mente, lo cierto es que tuve la posibilidad de conocer el trabajo de abogado y me interesó la posibilidad de estudiar Derecho. No soy de una familia dedicada a las leyes.
- Por último, qué les dirías a los que piensan entrar a estudiar una carrera como la tuya.
- Es una carrera que abre múltiples posibilidades laborales. No importa cuántos abogados pueda haber, los buenos siempre verán y materializarán esas oportunidades. Los estudios de pregrado son demandantes, y hay que estar dispuesto a muchos sacrificios. No dejar las cosas para después y ser muy constante en la asistencia a clases, son las condiciones mínimas para que el trabajo académico sea exitoso.
Foto: Agradecimientos por la imagen a Magdalena Wyss.