Tito Bohle tiene 25 años, se tituló de psicología en el 2011 y, actualmente, se desempeña como psicólogo deportivo en la ANFP, trabajando con la Selección Sub 20. La psicología deportiva es un campo muy poco conocido de esta carrera y de hecho, al iniciar sus estudios, no lo tenía contemplado dentro de sus opciones.
Entró a estudiar Psicología motivado por las ganas que siempre tuvo de saber cómo funcionaban las personas, tanto a nivel mental como existencial. Lo que más le atraía, era poder tener las herramientas para ayudar a otros en su búsqueda personal, más allá de sólo ayudarlos a superar un problema en particular o un trauma y en este aspecto, sintió que la psicología clínica iba a limitar sus aspiraciones.
Pero no fue hasta que cursaba el quinto año de su carrera que conoció este rubro. Ahí se dio cuenta de que podía desarrollar su carrera ligada al ámbito deportivo, sobre todo al fútbol, que desde muy chico ha sido una de sus grandes pasiones.
¿Por qué entraste a estudiar psicología?
Una de mis razones era elegir una carrera que fuese más que sólo una profesión, quería un proyecto de vida. Entré en una búsqueda personal por conocerme mejor a mí mismo y encontrar lo que para mí es la piedra angular de todo, el amor propio y el amor por lo que hago. Al encontrar un camino personal, sentí la obligación y necesidad de estudiar algo que me diera las herramientas para transmitírselo a otros, porque creo que la mejor manera de crecer es conocerse.
Recién en quinto año conocí la psicología deportiva, cuando tuve ramos acerca de psicología del alto rendimiento y equipos de alto desempeño. Me di cuenta que podía hacer lo que yo buscaba profesionalmente, pero dentro de un contexto deportivo, ojalá el fútbol. En un principio era un anhelo que veía bien de lejos, porque el campo laboral es bien reducido y te deja pocas lucas. Pero logré ir gestionando cosas todo para ganar currículum en esta área.
¿Dónde hiciste tu práctica profesional?
La hice en la Casa del Deporte de Viña del Mar, ahí pude tener mis primeros acercamientos al trabajo de los equipos de fútbol, sus dinámicas, etcétera. Pero no tuve mayores aprendizajes en el área. Fue más bien cuando hice la tesis, que gestioné para hacerla con Universidad de Chile, justo en el mejor momento del club puesto que ese año fueron tricampeones nacionales y campeones de la sudamericana. Gracias a esto, pude acercarme a grandes personalidades del fútbol.
¿Cuáles fueron tus primeras experiencias laborales?
En el rubro del deporte, estuve en el fútbol amauteur en primera instancia, y luego en Everton de Viña del Mar, pero trabajando prácticamente honores. Paralelamente, hacía coaching y relatoría en una empresa de capacitación, acerca de tema como liderazgo, asertividad y comunicación efectiva. El rubro de la psicología deportiva lo seguía desarrollando de manera autodidacta y después de dos años, logré concretar un proyecto de trabajo que ofrecí en varios clubes, hasta que la selección sub 20 lo acogió.
¿Cómo es tu trabajo en la ANFP?
Es un trabajo espectacular. Hay una gran brecha entre todo lo que se puede hacer en la psicología deportiva y lo que te permiten hacer, porque hay muchos entrenadores que ponen cierta resistencia al tema. Pero en la selección, Hugo Tocalli es muy receptivo con el trabajo psicológico y él es quien solicita trabajar individual y colectivamente con los jugadores.
¿Tu trabajo actual ha cumplido con tus expectativas profesionales?
Hasta cierto punto, sí. Puedo cumplir mis expectativas en la medida que logro establecer un buen vínculo con los jugadores y el cuerpo técnico, esa es la llave de acceso. Mis desafíos profesionales van orientados a motivarlos hacia la superación, saber quiénes son, dónde están, qué tienen y hacia dónde van. La idea es lograr empoderarlos de los que son y proyectarse hacia la capacidad de convertirse en lo que quieren ser. En el ámbito un poco más técnico, busco orientarlos al desarrollo de estrategias mentales para tener la capacidad de afrontar sus propias dificultades con creatividad y resiliencia.
Esta rama de la psicología no es muy conocida y hay personas que creen que no existe un campo laboral real o que no se puede realizar un trabajo profesional en este ámbito. Pero si te gusta la psicología y estás pensando en entrar a estudiar, aquí tienes un ejemplo de que la psicología deportiva es una carrera que se puede desarrollar en nuestro país, pero tienes que ser constante e insistente y no rendirte frente a negativas.