Muchos alumnos llegan a cuarto medio sin saber qué estudiar. El bombardeo de información sobre carreras universitarias y técnicas, parece un abanico interminable que confunde aún más al secundario. Sin embargo, elegir una carrera significa además descartar otras.
Es por ello, si estás pensando estudiar Auditoría, primero debes saber que existen señales claras que indican que no juntas ni pegas con esta carrera. Toma nota y conoce los 10 signos que te ayudarán a descartar (o entusiasmarte más) con esta conocida profesión.
1. Odias los números
Eres pésimo para matemáticas y te dan "peste" los números. Si bien esta disciplina se trata de práctica y perseverancia, si no te gusta, estás frito. En la contabilidad todo es número: no es la misma matemática que te enseñan los profesores en la enseñanza media, pero son números al fin y al cabo.
2. No te gustan las empresas
Empresas, oficinas, clientes... la auditoría se trata de llevar la contabilidad de pequeños y grandes clientes. Sin embargo, la mayoría del trabajo del contador del 2015 está relacionado con grandes empresas. Si no quieres una oficina y lucir de corbata y terno, olvídate de esta carrera.
3. Las calculadoras son tus peores enemigas
Parece un aparato muy básico, pero la calculadora es casi un símbolo de la contabilidad. Si bien no estarás rellenando espacios en un libro contable con los gastos de tu cliente mientras sumas los totales con tu calculadora (a lo vieja escuela), igual la usarás de manera digital.
4. Tienes alma de artista
Es verdad que en cada ocupación puede existir una cuota de arte, incluso en la auditoría, pero en esta pega tan "cuadrada" es difícil que encuentres espacios para expresar tu alma colorida.
5. Nunca quisiste ser el tesorero del curso
El enunciado puede parecer gracioso, pero las primeras aptitudes y talentos sobre una vocación se muestran en la básica y media. Quien tiene alma de auditor, siempre se entusiasmó con llevar las cuentas de sus compañeros y organizar los gastos de las convivencias y paseos de curso.
6. Eres pésimo sacando cuentas
Sumar cuánta plata llevas acumulada en los gastos del supermercado es una verdadera tortura para ti. No sabes como distribuir el dinero y siempre sumas mal. Si estas situaciones te parecen estresantes (y familiares), vete olvidando la auditoría: es lo que harás toda tu vida.
7. No te atrae derecho
¿Qué tiene que ver el derecho?, te preguntarás. Todas las mallas de Auditoría y Contabilidad tienen una asignatura llamada "derecho tributario", el que es parte del derecho financiero. O sea, estudia los gastos públicos y privados, y las leyes que lo legislan.
8. Eres desordenado
Para ser contador debes ser muy ordenado. Desde los archivadores hasta tus reuniones con los clientes, es imprescindible mantener un orden en todos tus asuntos. De lo contrario, te volverás loco.
9.Te da flojera estudiar 5 años
Ok, en varias carreras tienes que estudiar al menos cinco años; sin embargo, esto no quita que sea una razón para descartarlas. Si prefieres trabajar al tiro, puedes sacar el técnico de la carrera en vez de el título universitario.
10. No tienes idea que es el SII
Desde que pones un pie en la contabilidad, tu segunda casa será el Servicio de Impuestos Internos (al igual que la página en el home de tu navegador). Si no tienes idea qué es y no te importa, mejor deja la idea de la auditoría.
Si no te identificas con ninguno de los puntos anteriores, quizás la auditoría sea lo tuyo. Sin embargo, es importante que te decidas por algo que realmente te apasiona: lo harás durante toda tu vida. Tómate tu tiempo, y sé feliz.