Las carreras asociadas al área de la salud requieren de una gran vocación de servicio. Es por eso que para estudiar enfermería o medicina, no sólo es necesario un gusto por materias como la ciencia, la biología y la anatomía, sino que también un fuerte sentido por la ética y por la necesidad de velar por el bienestar de los pacientes, además de mucha, mucha paciencia. Es por ello que si quieres ser un futuro doctor o doctora, deberás estar seguro de qué es lo que quieres hacer con el resto de tu vida, ya que además tienes que considerar que es una carrera mucho más larga que el resto. Si aún así sabes que terminarás usando una bata blanca y velando por la salud de las personas, entonces considera estos 10 consejos para futuros estudiantes de medicina.
1. Comienza tu preparación antes de entrar a la U
Si sabes desde lo más profundo de tu corazón y tu cerebro que quieres ser doctor, entonces comienza tu preparación antes de pisar suelo universitario. Busca literatura simple, que pueda ayudarte a comenzar en el mundo de la medicina y si tienes conocidos que formen parte de él, pídeles ayuda respecto a posibles recomendaciones de material, para adquirir conocimientos de manera autodidacta. Si comienzas con conceptos básicos, antes de llegar a la U, cuando te toque iniciar las clases no estarás tan perdido y te costará menos adquirir el ritmo de estudios.
2. Que tu carrera no sea un motivo para sentirse superior
Es verdad que cuando alguien dice que estudia medicina, todos lo miran con cara de admiración y es considerado algo así como el genio del círculo en donde se desenvuelves. Este tipo de conductas del entorno claramente te subirá el ego, pero debes mantenerlo bajo control. No te conviertas en alguien que presume por la vida de lo que tiene o estudia, ni menos aún, que sea una excusa para sentirte mejor que el resto o con la facultad de tratar de mala manera a ciertas personas. Ante todo, más allá de médico, eres humano.
3. También tienes derecho a equivocarte
En situaciones extremas, la vida de un paciente está en las manos de un doctor y ello puede llegar a ser agotador. Es por esto que el mejor momento para equivocarse y también para preguntar cuando algo no te queda claro es la U, ya que no tienes nada que perder y mucho por aprender. A lo largo que vayas avanzando en tu carrera, no seas tan severo contigo mismo y entiende que hasta el profesional con más años de experiencia en el mercado, igualmente comete errores porque es parte de la vida. Toma tus equivocaciones como oportunidades de aprendizaje y no te concentres sólo en el error.
4. La ética debe ser parte de tu oxígeno
Todas las profesiones se rigen por ciertas normas y reglas que deben ser seguidas, pero en tu caso, la ética será esencial. No debes permitir nunca que el dinero o los intereses personales y egoístas, te alejen de todo lo que implica ser un un médico integral. Tu deber es anteponer siempre el bienestar de tus pacientes, incluso por sobre el tuyo.
5. Nunca olvides el espíritu de servicio
Medicina es una carrera que genera estatus social y que también permite, a quienes se titulan, llevar un estilo de vida mejor. Pero no estudies medicina por los motivos equivocados, ya que en el caso de esta ocupación no se trata sólo de lidiar con números, sino que son personas que requieren de ayuda. La esencia de ser médico es ese afán por mejorar la calidad de vida de los pacientes, por ser un aporte y ayudarlos con un tema tan relevante como lo es la salud, no las ganas de ganar más dinero.
6. Recuerda que de tu ocupación dependen otras personas
A diferencia de otros trabajos, en donde tu gestión no afecta directamente las vidas del resto, en lo que se refiere a medicina es diferente. Nunca debes olvidar que de tu gestión dependerán otras personas y es por eso que cada una de tus acciones debe ser pensada y ejecutada considerando no sólo tu opinión e intereses, sino que recordando siempre que los pacientes ponen su salud en tus manos, que dependen de tu criterio y buen desempeño y por eso debes responderles como corresponde.
7. No se trata sólo de curar enfermedades
A veces, cuando un profesional lleva muchos años dedicado a su carrera, tiende a perder sensibilidad ante lo que pasa a su alrededor y pareciera que las cosas ya no le afectaran demasiado. En tu caso particular, la conexión con los pacientes es de suma importancia, ya que ellos esperarán de ti no sólo una revisión de rutina y una receta, sino también el que les prestes atención y también los hagas sentirse apoyados en su proceso, escuchados y entendidos.
8. Dieta, ejercicios y hábitos de sueño
Para que tu rendimiento pueda ser óptimo, debes minimizar los factores que puedan influir negativamente en tu rendimiento académico. Por ello, aunque sea difícil debes procurar dormir bien para recuperar energías, además de consumir alimentos que ayuden a tu cerebro a estar más despierto, tales como huevos, lácteos, frutos secos, salmón, palta, sardinas, arándanos, té y chocolate amargo. Estudia en lugares iluminados y recuerda siempre contar con la correcta ventilación, cuando optes por memorizar materia. La actividad física también te ayudará a eliminar tensiones y liberar endorfinas, que te ayudarán enfrentar tus días con más energía y ánimo.
9. Ejercita tu cerebro
Además de nervios de acero, para soportar el estrés asociado a una carrera tan exigente, necesitarás que tu cerebro se comporte a las alturas. Es por eso que debes cuidarlo como se merece, ejercitando la memoria y manteniéndolo activo, para que no te falle a mitad de camino. Por eso, es recomendable que consumas vitaminas y suplementos alimenticios que mantengan tu concentración y capacidad de alerta al máximo.
10. En la meta hacia el preciado título, no te olvides de ti mismo
Es verdad que la carrera de medicina es muy demandante y que si quieres llegar al final del camino, deberás dar lo mejor de ti. Sin embargo, no dejes que tu vida pase frente a tus ojos mientras tu te dedicas sólo a leer y memorizar contenidos. Intenta encontrar un espacio para hacer las cosas que te gustan, para salir, conocer personas, respirar aire, ir a un par de carretes o invitar amigos a tu casa. Nunca es bueno saltarse etapas y además, cuando ya seas un médico, será demasiado tarde para intentar recuperar la etapa que perdiste mientras estabas en la universidad, demasiado encerrado en el estudio como para aprovechar tu juventud.
Aunque es una carrera complicada, si hay vocación de por medio, tendrás la voluntad suficiente para finalizar el camino que elegiste. Recuerda que trabajas con personas, que debes velar por su bienestar y que eres más que alguien que da recetas o alivia malestares, sino que tu deber también será otorgar tranquilidad y apoyo a tu paciente. Mantén siempre tu cabeza enfocada en el objetivo de ser médico, pero no dejes que se transforme en tu única meta de vida, no te olvides de vivir.