Las historias de profesores que te tienen mala a menudo no pasan de unas malas palabras, en el peor de los casos te pondrán una nota que no mereces o si llegan al extremo de reprobarte puedes ir a secretaría de estudios, explicas el caso y te evalúan de nuevo, sin embargo, yo no conté con esta suerte.
El ramo era preclínico y biomateriales III, en las primeras dos pruebas me fue mal porque tenía un problema en los tendones, pero fui al médico e hice la terapia que me indicaron, de esa forma me fue bien en las dos pruebas siguientes porque ya estaba sana.
Quedaban tres notas para arreglar mi promedio y yo sabía que era posible, pero de un momento a otro la universidad se fue a paro y estuvimos más de un mes sin clases; cuando volvimos los profesores no encontraron una mejor solución que cerrar el ramo.
Para mi mala fortuna tenía solo una oportunidad de dar una solemne recuperativa y subir una de mis primeras notas, estaba tranquila porque había ensayado harto el trabajo -era un provisorio de acrílico- y tenía confianza en que lo haría bien, solo necesitaba un 3,0 y podría presentarme a examen. En ese momento entra el personaje principal de la historia, el profesor que me tenía mala, las pocas veces que me evaluó me puso notas menores a las que merecía, cuando le pedía que me enseñara a hacer los trabajos solo me decía que me quejaba demasiado y en su tiempo era mucho más difícil, cuando se mandaba alguna embarrada nunca asumía su responsabilidad y siempre culpaba a los alumnos, pasaba toda la clase viendo memes en facebook y perdiendo el tiempo en su computador, era un mal docente y su compromiso con la enseñanza era nulo.
El día de la prueba me quedaban 15 minutos para terminar mi trabajo, pero él me lo quitó literalmente en un momento de descuido, y no me lo regresó aunque le exigiera mi tiempo restante; después de eso me entregaron la nota y me había puesto un 1,7 lo que era ridículo porque a pesar de no haber pulido el trabajo por falta de tiempo, estaba bien para sacarme más del 3,0 que necesitaba.
Fui a la revisión y le pedí la rúbrica al hombre para que me especificara en qué me había equivocado, sin embargo, no podía mostrármela porque nunca la hizo y tampoco me dio explicaciones cuando se la exigí, solo me dijo "mira este provisorio está pésimo" y lo movía con sus propios dedos indicando que no se ajustaba a la pieza dental para la que estaba diseñado. Con todos esos problemas fui a hablar con mi secretaria de estudios y me dijo que le iba a pedir la rúbrica, cuento corto, el tipo inventó una rúbrica donde estaba todo malo para justificar mi nota, perdió intencionalmente mi trabajo para que ningún otro profesor lo pudiera revisar, me reprobó y me atrasé un año entero porque en mi universidad los ramos solo se imparten una vez anualmente.
Todo esto se habría solucionado si en primer lugar no nos hubieran quitado tres notas que quedaban en la asignatura y si me hubiera evaluado un profesor imparcial, sin embargo, en ese momento me dí cuenta que mi universidad no tenía políticas para actuar frente a este tipo de irregularidades y que respaldaban a los profesores, aunque fueran pésimos.