Cuando estamos en cuarto año, sentimos que hemos dado un gran paso, pues es el último escalón para terminar la enseñanza media. También, tiempo de pensar qué será de nuestras vidas, a qué nos dedicaremos, o lo que vamos a estudiar. Este es el momento en que aparece la Prueba de Selección Universitaria (PSU), la que imaginamos desde el primer momento que ingresamos a primero medio: en un principio la vemos como algo muy lejano, no obstante, llega mucho más rápido de lo que creemos. Y ahí estamos, sentados en el pupitre para plasmar gran parte de lo que aprendimos durante los últimos cuatro años.
No obstante, miles de personas no les va como imaginaron u obtuvieron resultados que no les sirvieron para postular a su carrera o universidad deseada. Pues acá viene la pregunta: ¿qué estamos haciendo mal?
Llegamos a la conclusión de que, a pesar de haber estudiado o ir al preuniversitario, el puntaje no reflejó lo que sabíamos. Realidad que viven miles de estudiantes a lo largo del país. Es importante tener en cuenta que existen diversos factores que influyen en nuestros malos resultados en la PSU.
Debemos partir de la base que esta prueba mide conocimientos y no la capacidad del estudiante. Al menos así lo estableció la sicóloga Carmen Gutiérrez, de la Escuela de Sicología de la Universidad del Pacífico, quien consideró que "es sobre un área específica y particular del ser humano. En este caso, la PSU evalúa lo que aprendimos durante la educación media". Además, agrega que "no estamos midiendo habilidades, intereses o aptitudes, sino que sólo conocimientos".
Por otra parte, existen muchos factores determinantes en tu mal rendimiento, los que han sido comprobados científicamente.
¿Dormiste poco antes de la prueba? Si tu respuesta es afirmativa, te debo decir que esto pudo haber afectado el puntaje de tu PSU. De acuerdo a un estudio de 2012 de la Universidad de Brigham Young, publicado en The Eastern Economic Journal, estableció que "el sueño afecta directamente al rendimiento de una prueba. 7 horas es lo que necesitas para rendir adecuadamente. Además, los investigadores dijeron que "favorece la consolidación de la memoria, el crecimiento y el aprendizaje, y la ausencia de este puede generar daños en las redes neuronales de la corteza prefrontal".
Otra investigación hecha el 2011 y publicada en la revista Science, se encargó de examinar los 3 métodos más usados por los alumnos al momento de estudiar:
1. Memorizar y repetir
2. Dibujar diagramas y esquemas
3. Hacer evaluaciones y exámenes para comprobar si has aprendido.
Para descubrir la efectividad, hicieron un seguimiento de 200 alumnos y los dividieron en 3 grupos: cada uno poseía una forma de estudio diferente. Los investigadores descubrieron que hacer evaluaciones y exámenes pasaría a ser el más eficaz, y mejora el volumen de aprendizaje hasta en un 50%.
¡Cuidado con lo que tomas!
Muchas veces nos hemos visto tentados en consumir alguna bebida energizante para tener más concentración y ganas de estudiar durante esas largas noches de ensayos PSU. No obstante, según el Dr. José Manuel López Nicolás, profesor titular del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Murcia, este acto no te estaría trayendo ni el más mínimo beneficio. Es más "estas bebidas solamente brindan cafeína y azúcar, generan un aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones, mayor presión arterial, y en el peor de los casos, convulsiones o muerte súbita".
Si piensas que fallaste en alguno de estos métodos, ¡no te desanimes! a muchos de nosotros nos ha pasado lo mismo, pues la etapa del colegio es para aprender y descubrir cosas nuevas, y si te fue mal en una prueba, puedes dar otra. Debemos aprovechar la juventud, pues se nos vienen muchas cosas por delante, y este tropiezo es solo uno: lo importante es levantarse. ¡Ánimo!