Si llegaste a este artículo, probablemente se deba a que estás por rendir tu prueba para el proceso de admisión 2017. Subir tu puntaje PSU durante estos meses puede parecer un desafío tremendo, sin embargo, tienes que calmarte y darte el tiempo de reflexionar sobre la mejor forma de hacer esto. Puede que estudiando mucho subas algunos puntos, pero si optimizas tu tiempo y pones en práctica hábitos que saquen lo mejor de ti, podrás lograr buenos resultados sin necesidad de tanto desgaste.
1. Elabora un plan de estudios
No hay razón para que todo sea tan pesado y agotador. Tampoco es necesario que te amanezcas estudiando, luchando contra el sueño para tratar de retener algo de materia. Basta con que diseñes un plan de estudio, con metas a cumplir semanalmente y mensualmente. Asegúrate de ser constante y respetuoso de aquello que planificaste, verás que con menos esfuerzo logras mejores resultados.
Una buena forma de planificar es dividiendo las materias en secciones, basados en los temarios que entrega el DEMRE, y así puedes abarcar tareas más pequeñas. Es mucho más fácil ver las cosas como desafíos reducidos que puedes superar, en vez de una enorme cantidad de materia que te abruma.
Previo a la planificación, es recomendable hacer una autoevaluación, distinguiendo el puntaje PSU que más necesitas subir y al que dedicarás más tiempo para el proceso de admisión 2017.
2. Date tiempo para descansar
Se estima que luego de 30 minutos de trabajo continuo, el cerebro comienza a bajar su rendimiento. Seguramente ya has experimentado esa sensación de no estar avanzando cuando llevas horas estudiando un texto o escribiendo un trabajo. Para la mayoría de las personas lo recomendado es tomarse un breve descanso cada media hora. Caminar entre 5 a 10 minutos, cerrar los ojos y respirar o hacer una actividad que te guste te reactivarán. Deberías evitar Facebook y otras redes sociales en ese descanso, ya que 10 minutos se pueden transformar fácilmente en horas, además de que no permitirás a tus ojos descansar.
A mayor escala es importante que no dejes de lado tus pasiones durante este tiempo. Si te gusta algún deporte o tocar música, asegúrate de darte el tiempo para hacerlo ya que te permitirá mantener arriba el ánimo. Si entras en la actitud de “debo dejar todo de lado para estudiar”, es probable que te empieces a sentir más cansado y desmotivado en poco tiempo. Estudiar todos los días, las 24 horas, no es un método eficiente.
3. Deja las golosinas y come fruta
A menudo los estudios son acompañados de altas dosis de azúcar, ya sea a través de galletas, chocolates, cafés o jugos. Es cierto que, tras la ingesta del azúcar refinado, que es la que traen estos productos, sentimos un poco de energía, sin embargo, esto termina siendo perjudicial debido a que produce alteraciones en nuestro sistema nervioso con subidas y bajadas drásticas de glucosa en la sangre. Lo mejor es comer frutas que permiten al sistema ir liberando su azúcar poco a poco, a medida que la vas necesitando, manteniendo una sensación de saciedad por más tiempo.
4. Relaciona las materias con cosas que te interesen
Definitivamente hay materias que nos cuesta procesar, principalmente porque no le vemos una aplicación práctica en nuestras vidas y no nos generan interés. Sin embargo, todas las áreas del conocimiento están conectadas de alguna manera, y posiblemente puedas encontrar el nexo que hará más divertido estudiar si te lo propones.
Digamos que te carga la biología, pero te gustan las series de zombis. Si te pones a investigar sobre si es científicamente posible que los muertos caminen y coman a otros seres humanos, podrás tener un interesante enfoque sobre qué define la vida lo que necesitan los organismos para desarrollar sus funciones. Luego puedes relacionar eso con la materia que estás viendo y darle un sentido en base a lo que te interesa.
5. No te desesperes
Lo peor que puedes hacer es caer en desesperación y vivir unos meses de angustia total donde todo es estresante. Tómatelo con calma, si te va mal no es el fin del mundo y será mucho más eficiente tu estudio si estás relajado. Lo importante es no confundir relajo con flojera, tienes que ser constante en tu estudio pero evitar las tensiones y nerviosismo. Sobre todo en el día de la prueba debes pensar positivo y abordarla como un desafío más de tu vida, mantener la mente fría evitará que cometas errores innecesarios, probablemente aumentando tu puntaje PSU.
Como
ves, estos consejos no apuntan a tenerte de cabeza preparándote para
la prueba de admisión 2017, sino que buscan que ocupes tu tiempo
eficientemente, usando tu máximo rendimiento. La clave es mantener
la constancia y no permitir que se te acumule mucha materia por
estudiar con poco tiempo para hacerlo. Mantén el ánimo arriba y no
dejes que se transforme en un atado de nervios que te quite las ganas
de estudiar.