La concentración es la capacidad que tiene una persona de dirigir su atención en una dirección determinada, depositando gran parte de su energía en una actividad concreta para lograr un mejor rendimiento. Sin embargo, en la actualidad existen demasiados estímulos a nuestro alrededor que consiguen interrumpirnos, por lo que distraerse resulta fácil y frecuente.
Revisa algunas técnicas que no solo te ayudará a estar más atento, sino también a disminuir el estrés y la angustia durante la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
1. Primero la comodidad
Aunque a simple vista parezca vanidad, se trata de uno de los puntos más relevantes para alcanzar un elevado nivel de confianza y seguridad. Asiste con ropa cómoda, preferiblemente ligera. Te sugerimos escoger zapatos deportivos. Recuerda que el objetivo es sentirse a gusto.
2. Respira correctamente
Respirar es un arte, de eso no hay duda. Y hacerlo correctamente puede marcar la diferencia a la hora de presentar la PSU. Cuando sientas que los nervios te invaden, asume una postura cómoda, inhala profundamente por la nariz contando cuatro segundos y exhala por la nariz contando el mismo tiempo, al menos unas cinco veces.
3. Relaja los músculos
Es recomendable hacerlo antes de presentar la prueba. La idea es que te dispongas a presentar la evaluación con todos tus músculos relajados, y esto puedes lograrlo con la técnica de Relajación Muscular Progresiva propuesta por el Doctor Jacobson en los años 20. La misma consiste en ejercer tensión muscular para luego soltar. Aplícalo en todo el cuerpo, desde los pies hasta el rostro.
4. Distribuye tu tiempo
Divide el tiempo que dispones para responder en base al número de preguntas que te hicieron, deja las más difíciles de últimas porque las que dominas mejor podrás resolverlas con mayor rapidez. Prevé un margen de tiempo suficientemente amplio como para pensar y responderlas tranquilamente. Recuerda que debes ser conciso y aportar información valiosa. Evita ir por la tangente.
5. Relee
No te quedes con la primera impresión. Lee varias veces la pregunta, incluso en voz baja, que solo tú escuches, de modo que puedas entenderla claramente. Eventualmente, los nervios nos llevan a interpretar mal lo que leemos. Es mejor sentirnos seguros tanto con las preguntas que nos hacen, como con las respuestas que dejamos.
6. Elimina los distractores
Apaga tu celular o colócalo en modo avión, fuera de tu vista. Siéntate lejos de tu cómplice, o de aquellas personas con la que normalmente te diviertes. Olvídate de tus problemas personales, ellos suelen aparecer cuando necesitas tener una mejor comprensión lectora, así que hazlos a un lado, luego podrás pensar en ellos. Si te concentras correctamente en tu prueba, no existirá factor que logre distraerte.
7. Enfócate en el presente
Debes estar en el “aquí” y en el “aestrhora”. Repite ambas palabras reiteradas veces, cada vez que pienses en algo que no tenga que ver con tu prueba. Muchas personas le llaman “Mindfulness” y su práctica puede ayudarte considerablemente a mejorar la concentración y la calidad de vida.
8. Una cosa a la vez
Debes pensar y concentrarte en una pregunta a la vez. Empieza por la interrogante cuya respuesta domines mejor y concentra tu energía para responderla. Toma en cuenta todos los consejos anteriores al momento de la ejecución y verás cómo poco a poco va a mejorar la concentración durante la prueba.