Cuando piensas en tu futuro, tienes claro que el área médica es lo tuyo, pero no soportas ver heridas, sangre o tomar un bisturí en tus manos. Es ahí entonces, cuando sabes que quieres ayudar y sanar a las personas, pero sin tener que pasar por todo lo mencionado anteriormente. ¡Pon atención y analiza estas señales! Porque si existe una medicina que podría ser perfecta para ti, es la Kinesiología:
1. Sabes que tienes el poder de sanación en tus manos, deseas explotarlo y trabajar con ellas para aliviar a los demás.
2. Te interesan las exigencias y rutinas físicas, quieres practicar deportes la mayor parte de la semana.
3. Aunque no soportas la sangre y no serías capaz de operar a nadie, quieres ser doctor y formar parte de una disciplina médica.
4. La biología es tu fuerte, conoces al revés y al derecho el funcionamiento del cuerpo humano.
5. Quieres ser parte del alivio de las personas, día a día trabajar en ayudar a quien sufre de alguna dificultad física.
6. Te interesa el contacto directo con las personas, que mejor que ayudarlos directamente cada día.
7. Te encanta desarrollar nuevas rutinas de ejercicios, está es tu oportunidad para explotar tus talentos.
8. Quieres trabajar en un hospital o centro médico, amas estar relacionado con el mundo de la salud.
9. Te interesaba la educación física pero no querías ser profesor, aquí podrás trabajar físicamente y ayudar a sanar a los demás. ¡Que mejor!
10. Eres metódico(a) necesitas crear un plan de trabajo que te permita medir los resultados a corto y a largo plazo, ¡aquí es posible!
Ya lo sabes, si siempre has tenido la convicción de mejorar físicamente la calidad de vida y el cuerpo de las personas. Ser kinesiólogo(a) es una gran oportunidad de ejercer lo que realmente te motiva. Recuerda que la vida no tiene sentido, si pasamos por alto lo que realmente nos gusta hacer y vivir…
Imagen CC DrVanne