Si te interesa participar activamente en grupos de ayuda social o impartir talleres para jóvenes en riesgo social, entonces no cabe duda, que tu vocación está en aportar tu granito de arena por los demás. Conoce algunas señales que te llevan a estudiar Trabajo Social:
1. Todos los domingos impartes un taller deportivo en una comuna con alto riesgo social. Es el mejor momento de la semana para ti.
2. Cada vez que tienes un amigo con algún problema económico, no dudas en organizar: un bingo, completada o rifa en su ayuda.
3. No soportas la desigualdad social, anhelas fuertemente ayudar al desvalido.
4. Estás creando constantemente programas para alejar a los niños y jóvenes de la drogadicción, sabes que brindándoles un rato agradable puedes contribuir en su futuro.
5. Participas todos los veranos en trabajos de construcción de viviendas en campamentos, sabes cuan valiosa es tu ayuda y eres feliz haciéndolo.
6. Siempre te eligen como líder para organizar una actividad de ayuda social, saben lo importante que son para ti estas acciones.
7. Te interesa estar informado(a) de los índices de pobreza del país y de tu comuna, sabes que se debe crear conciencia y provocar cambios.
8. Reúnes ropa que no uses tuya y de tu familia para donarlas en hogares, sabes que existen personas con constantes necesidades y que no vale la pena tener guardado lo que no usas.
9. Los días de frío te organizas con tus amigos para salir a repartir café y sándwich, sabes que algo mínimo es de gran ayuda.
10. Te conmueve la injusticia, la guerra, el abandono y la pobreza. Crees que nadie se merece vivir en condiciones paupérrimas.
Si te sientes identificado con más de algún punto, entonces puedes plantearte desde ya que tu vocación futura es estudiar Trabajo Social. ¡Motívate y piensa en el mañana!
Imagen CC Carol Crisosto Cadiz