A estas alturas del año es probable que ya estés habituado a estudiar todos los días (o la mayoría de ellos) para preparar la PSU, sin embargo quizás hay pequeñas cosas que no estás haciendo y que podrían ayudarte a rendir de forma más eficiente de lo que podrías esperar.
Mira este artículo con 5 tips que te ayudarán a estudiar mejor.
1. Buscar un ambiente propicio para estudiar.
El lugar en que estudias es uno de los factores más importante para hacer de tu tiempo productivo. Si estudias en tu cama es muy probable que tengas sueño antes de siquiera empezar; en un lugar oscuro perderás la motivación con facilidad; o en un ambiente ruidoso no podrás concentrarte, etc. Evita en lo mayor posible que haya distracciones en la habitación donde vas a prepararte para la PSU, procurando que también tengas acceso a una buena ventilación, superficies despejadas, y un clima libre de ruido. Puedes incluso poner carteles o frases motivacionales para enfocarte en tu objetivo.
2. Alimentarse bien antes y después de estudiar
Una dieta rica en proteínas, carbohidratos y ácidos grasos saludables te mantendrá energizado y despierto para que puedas retener la información aprendida con más facilidad. Intenta que tu alimentación se componga principalmente de carnes, legumbres, vegetales y cereales al menos durante la semana.
Por otro lado, algunas personas se acostumbran a comer mientras estudian, ya sea por nervios o ansiedad, sin embargo este es un hábito que hay que evitar ya que suele ser una fuente de distracción.
3. Dormir al menos 8 horas diarias.
Una de las funciones de dormir es traspasar la información que recibimos durante el día y que se ha quedado almacenada en la memoria de corto plazo, hacia la memoria de largo plazo – la que tiene más capacidad y es de más fácil acceso. Es por esto que no puedes rendir en tus estudios si tienes sueño todo el día. Cuando preparas la PSU, debes darle la importancia que merece a tus horas de sueño, ya que no hacerlo resulta contraproducente para el proceso de retención de la información.
4. Tomarse descansos cortos.
El rango promedio de concentración de un adolescente son 20 minutos, por lo que si intentas mantenerte estudiando con todo tu foco en la materia por más de ese tiempo, es probable que tu esfuerzo sea infructuoso. Para contrarrestar esto, es recomendable tomarse pequeños descansos tres veces por hora, de dos a cinco minutos. Ojo, esto no implica que uses tu tiempo para entrar a las redes sociales o para ponerte a jugar en tu smartphone, basta con que aproveches ese tiempo para realizar ejercicios de respiración, tomar agua, o simplemente dejar tu mente en blanco unos minutos.
5. Premiarse a uno mismo.
Está comprobado que el cerebro humano responde a recompensas, convirtiendo las conductas que percibe como “buenas” en hábitos si son premiadas constantemente. Claro, cuando te propones estudiar y realmente lo haces – en vez de procrastinar –, nadie te da nada a cambio, sin embargo eso no quita que lo hagas tú mismo. Busca como recompensarte, ya sean pequeñas cosas al final del día o bien con un regalo grande cuando ya hayas terminado de preparar la PSU, como un viaje o un teléfono nuevo.