Estos tiempos pueden ser difíciles para ti como estudiante a pasos de enfrentar la PSU 2016. Es importante sin embargo que sepas conciliar tus estudios con tu tranquilidad mental, ya que ambas cosas resultan estar más relacionadas de lo que creerías.
Cuando la mente se encuentra bajo mucha presión tiene dos opciones, una es entrar en estado de estrés y trabajar al mil por ciento para que lamentablemente después venga el típico “bajón de energía”; o bien puede quedar en blanco, imposibilitando procesar y retener información nueva.
Ambos escenarios son malos, pero si sientes que vas por uno de esos caminos, hay algunos ejercicios de relajación que puedes hacer previo a tu sesión de estudios durante solamente 10 minutos, y que harán maravillas por evitar esas situaciones.
1. Relajación muscular progresiva.
Comienza recostándote en una superficie cómoda y cierra los ojos. Respira profundamente al menos 10 veces y comienza a centrar tu atención en cada extremidad de tu cuerpo: brazos y piernas. También puedes hacerlo con tu estómago. Presiónalos y libéralos varias veces para sentir como estos se tensionan y luego relajan.
2. Relajación hablada
Inhala y exhala lentamente y pon atención a cada parte de tu cuerpo. Siente donde está frío, cálido, tenso o relajado. Comienza a, en voz alta, describir cada parte de tu cuerpo. Por ejemplo “mi pierna se siente pesada y cálida”, o “mi respiración está pausada”. Intenta usar términos y adjetivos simples que no requieran de mucho esfuerzo mental, usa lo primero que se te ocurra.
3. Imaginería
Cierra los ojos y recuéstate. Esta técnica consiste en imaginar tu “lugar feliz” y que es lo que ocurre en él. Piensa en un espacio en que te sientas tranquilo y relajado, como una playa, un bosque e incluso tú mismo hogar. Intenta describir mentalmente en lugar lo más posible, como se ve y que ocurre en él.
4. Mindfullness
Esta técnica es muy ocupada en psicoterapia, y trata sobre hacer consiente tus preocupaciones y miedos. Cierra tus ojos y piensa en lo que te está molestando, intentando descomponerlo y mirarlo desde todas las aristas. Descríbelo, siempre con una actitud no critica, y verás que naturalizarlo tu miedo te hará sentirte menos ansioso.
5. Meditación
Muchas personas dicen que meditar esa una habilidad que se perfecciona con el tiempo, sin embargo todos podemos realizarla desde nuestro hogar. Para esto, siéntate derecho y repite un mantra en tu mente (que puede ser “estoy tranquilo”, o “todo estará bien”). Respira profundamente durante ese tiempo, no es necesario que evadas los pensamientos que vienen a tu mente, siempre y cuando mantengas tu mantra como principal fuente de concentración.
Una mente estresada y ansiosa es una mente deficiente, por lo que tal y como diariamente cuidas tu cuerpo alimentándote, aseándote y descansando, también requiere de cuidados. Puedes partir por practicar estos ejercicios, también ver la opción hacer otras cosas que te ayuden a estar más tranquilo al enfrentar este proceso, tales como dormir más, darte unos minutos de relajo diarios y hasta conversar con un amigo. Encuentra el equilibrio entre los estudios y tu paz interior.